Anaga es un macizo de montañas de bordes afilados y barrancos profundos, en apretada sucesión, cubierto de un manto verde de laurisilva y salpicado de caseríos encantadores aquí y allá. Todo esto, a menos de una hora en coche desde La Laguna, ciudad Patrimonio Mundial de la Unesco, y de la capital y puerto principal de la isla de Tenerife, Santa Cruz. Explorar Anaga es viajar a un lugar de claro sabor rural y a una época pasada en la que la relación entre los humanos y su entorno era más estrecha.