Paisajes ondulados y de cuestas suaves, entre cascadas, lagos y rocas, rodeados por miradores que apuntan al mar, pueblan una montaña artificial con vegetación natural. Es el Palmetum, una selva elegante y llena de rincones delicados que, además de ser el mayor espacio verde de Santa Cruz de Tenerife, acoge la mejor colección de palmeras de Europa. Situado en el extremo oriental de la isla, y a 20 minutos a pie de la capital, pasear por sus 12 hectáreas es sumergirse en un gran jardín secreto, completamente ajeno al bullicio de la ciudad.