Ocho islas en el océano Atlántico donde desconectar, alejarte de la rutina y regresar con nuevas energías. Descubre su naturaleza volcánica, relájate en playas paradisíacas, adéntrate en bosques milenarios, vuela con tu mirada sobre barrancos y acantilados de vértigo, refléjate y sumérgete en aguas cristalinas…
Disfruta de una variedad de paisajes extraordinaria y vive infinitas experiencias. ¡Ah!, acuérdate de la gastronomía, la tradicional y la nueva liderada por prestigiosos chefs; y tampoco olvides conocer el valioso patrimonio histórico ni la cultura de las Islas, la de los antiguos pobladores y la actual. Y lo mejor: ven cuando quieras, en la época del año que te apetezca. Estás en las islas de la eterna primavera. Estás en el mejor clima del mundo. Ven a conocerlas.
¡Revitalízate!
Horas de playa sobre la arena, tomando el sol y refrescantes chapuzones en el mar, relajan cuerpo y mente. Pero también la conexión con los bosques, las montañas o sobrecogedores paisajes volcánicos nos recargan de energía. Y esas noches con la vista puesta en las estrellas. O escuchando el romper de las olas mientras disfrutamos de una exquisita cena junto al mar.
¿Y los atardeceres? Contemplarlos en la mejor compañía, brindando con alguno de los vinos canarios con Denominación de Origen, nos hará olvidar el reloj para disfrutar intensamente el momento. Todo ello sin desdeñar una sesión de spa o talasoterapia, seguida de un masaje reponedor, en alguno de los establecimientos especializados. O, simplemente, quédate una tarde disfrutando en tu alojamiento, de los que existe una amplia oferta.
Por todo ello, y mucho más, son las islas de la revitalización, un gran espacio de recreo al aire libre para disfrutar cualquier día del año y del que regresarás a casa como nuevo.
Tierra de volcanes y desbordante naturaleza
Millones de años para ser como son, ocho islas que han ido emergiendo del fondo del Atlántico hasta traspasar la superficie del océano. Islas de volcanes donde la vida ha brotado, ha sabido encontrar su espacio para convertir este archipiélago en uno de los lugares con mayor biodiversidad del mundo. Imponentes volcanes y enigmáticos campos de lava que conviven con frondosos bosques; paisajes austeros y ondulantes que alternan con profundos barrancos tapizados de vegetación; valles fértiles que desembocan en abruptos acantilados… Tierra de mil colores y mar azul, rincones donde viven especies únicas en el planeta. Y si alzas la mirada, ahí está: un cielo limpio y transparente que te invita a contar las estrellas.
Pide, pide… aquí lo encontrarás
Unos días de vacaciones en las Islas Canarias dan para mucho. Sobre todo dan energía para disfrutar de una larga lista de actividades durante el día y la noche. Practicar alguno de los deportes de “viento y olas” como surf o windsurf, explorar los fondos del océano, observar magníficos cetáceos nadando en libertad… En tierra podemos hacer senderismo o excursiones a lomos de un camello, divertirnos en parques acuáticos de primer nivel o ir a un zoo; también a jardines botánicos, acuarios, museos y yacimientos arqueológicos. Además, siempre habrá tiempo para ir de compras y dejar algo de fuerzas para disfrutar la noche en alguno de los locales de moda o asistir a espectáculos y conciertos.
¡Tan cerca y tan seguro!
El mejor clima, maravillosas playas, una extraordinaria variedad de paisajes, infinidad de planes en pareja, con amigos, en familia o sin compañía… Es todo un privilegio poder disfrutar de todo esto y más a tan solo unas pocas horas de cualquier ciudad de Europa. Además de cercano en la distancia, su gente amable y abierta también te harán sentir cerca, como en casa. Un destino que ofrece seguridad gracias al cumplimiento de los más elevados estándares europeos, con una sanidad y demás servicios esenciales de primer nivel. Las Islas Canarias han reforzado e implantado nuevos protocolos de seguridad sanitaria para minimizar cualquier riesgo.
Conócelas una a una
Tenerife, 100% vida
Playas, senderos, bosques, parques acuáticos. Observar a las ballenas y delfines nadar en libertad o pasear por cascos históricos. ¿Y jugar al golf bajo un cielo azul? También. Por supuesto, la visita obligada al imponente Teide que, de noche, es además un lugar mágico para contemplar las estrellas. En Tenerife todo es posible.
Gran Canaria, isla de cuento
Este «continente en miniatura» es una isla de contrastes. El mismo día podemos disfrutar de la playa, como Maspalomas y su impresionante campo de dunas, y de los paisajes del interior, con bosques de pino canario, barrancos, calderas volcánicas… También relajarnos en un spa y prepararnos para la animada vida nocturna.
Lanzarote, la isla diferente
Tan diferente que sus paisajes parecen de otro planeta, como el Parque Nacional de Timanfaya. Volcanes y campos de lava que se pierden más allá de la vista, una mirada que antes se detiene en la variedad de colores de esta tierra aparentemente estéril. Lanzarote también es sinónimo de playas, de casitas blancas y de viñedos.
Fuerteventura, la playa de Canarias
Infinitas playas de arena blanca y aguas turquesas, muchas de ellas solitarias. El sueño de quienes encuentran en estos espacios su particular paraíso para descansar, sentir la brisa del mar, tomar el sol, bañarse en aguas tranquilas y cristalinas… Pero también para los que quieren sentir la adrenalina surfeando las olas y retando al viento.
La Palma, la Isla Bonita
Es la isla verde. Verde por sus frondosos bosques de pino canario y verde por la laurisilva, una formación vegetal de la era terciaria que ha encontrado aquí refugio. Impresionan sus paisajes volcánicos, como el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, y sus cumbres, donde se sitúa uno de los observatorios astronómicos más importantes del mundo.
La Gomera, siéntete único
Leyenda y magia. También historia y cultura ancestral cuya máxima expresión es el silbo gomero. La isla es refugio de uno de los mayores y mejor conservados bosques de laurisilva del mundo, que vive en el Parque Nacional de Garajonay. Roques, barrancos que desembocan en playas de arena volcánica, hermosos palmerales… Es única.
El Hierro, la isla con alma
Es el silencio y panorámicas de vértigo. Paisajes volcánicos que sobrecogen el alma. Es la tranquilidad de sus pueblos, de su ritmo de vida pausado y de lento latir. Es un mar transparente, lleno de vida, irrenunciable para amantes del buceo. Senderos que atraviesan bosques, pero también lava y arena. Es una isla para sentirla.
La Graciosa, un pequeño tesoro
La más pequeña de las Islas Canarias. Un lugar para perderse en sus solitarias playas de arena blanca y aguas color turquesa. Alojarse en sus casitas blancas, casi a pie de playa, y disfrutar de un exquisito pescado fresco mientras contemplamos el atardecer y la luz anaranjada que proyecta en los impresionantes riscos del norte de Lanzarote.