A pocos metros del Puerto de la Estaca, los amantes de la naturaleza disfrutarán de esta playa prácticamente virgen. Tras cruzar un pequeño túnel, nos encontramos con esta cala, como la llaman los vecinos, que se caracteriza por su peculiar arena negra. En verano, es uno de los espacios de baño más demandados, mientras que, en invierno, la fuerza del mar hace que sea aprovechada, en particular, por los amantes del surf.