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Arrecife es la capital de Lanzarote, conocida como la isla de los volcanes. Con más de 50.000 habitantes es una de las capitales con más población de Canarias. Todavía por sus calles pueden verse elementos que nos recuerdan al pasado marinero de la ciudad. En la actualidad, es una ciudad moderna con una alta oferta cultural y de ocio y con amplios parques. Un lugar único.

Arrecife es la capital de Lanzarote, conocida como isla de los mil volcanes. Con más de 50.000 habitantes es una de las capitales con más población de Canarias. Todavía por sus calles puede verse elementos que nos recuerdan al pasado marinero de la ciudad. En la actualidad es una ciudad moderna con una alta oferta cultural y de ocio y con amplios parques. Un lugar único.

Arrecife es la capital de Lanzarote, la conocida como isla de los volcanes. Con más de 50.000 habitantes es una de las capitales con más población de Canarias. Todavía por sus calles puede verse elementos que nos recuerdan al pasado marinero de la ciudad (casas bajas de color blanco). En la actualidad es una ciudad moderna con una alta oferta cultural y de ocio y con amplios parques. Un lugar único.

Partiendo desde el puerto y sin salir de Arrecife, la capital de la isla, puede disfrutarse de un revitalizante chapuzón en una magnífica y cuidada playa urbana de 500 metros de fina arena dorada. Desde el crucero, en Puerto Naos, un paseo a pie de menos de 30 minutos por la avenida Olof Palme, que discurre al borde, llega hasta la playa de El Reducto. Allí, la opciones son un rápido chapuzón y vuelta al crucero tras otro agradable paseo acompañado por la brisa del mar o disfruta del mar y el sol y hasta de la buena cocina canaria con tranquilidad. Difícil elección.

Lanzarote conserva la huella y el espíritu de César Manrique (1919-1992), quien hizo del paisaje de esta isla volcánica de excepcional belleza un lienzo más, el más importante, donde desarrollar su arte. Los Jameos del Agua y el Jardín de Cactus son dos testimonios de la extraordinaria creatividad de este artista universal. Los Jameos del Agua, a solo 25 minutos en coche desde el puerto de Arrecife, sorprende al visitante por su extraordinaria integración de naturaleza y arte.

Aproximadamente a 20 minutos del puerto en el que atracan los cruceros que llegan a Lanzarote, el Jardín de Cactus, en el municipio de Teguise, bien merece una visita. En él se reúnen casi millar y medio de especies de cactus de todo el mundo. Fácilmente reconocible desde la carretera gracias al gran cactus metálico que hay a su entrada, el original Jardín es la última obra del genial César Manrique en su isla de nacimiento y otro ejemplo de la unión entre naturaleza y arte que guió su obra. Los amantes de la jardinería en particular y de la naturaleza en general reconocerán el alto valor botánico de su colección de cactus.

A 35 minutos en coche desde el crucero, el Parque Nacional de Timanfaya, cuyo increíble paisaje, que a todos transporta a otros planetas como Marte, es producto de las intensas erupciones volcánicas de 1730 y 1824 que sepultaron esta parte de la isla y crearon lo que hoy se conoce como Montañas del Fuego. El acceso a la zona está controlado (es necesario abonar una entrada) y solo se puede acceder en vehículo privado o a pie a zonas muy limitadas.

En el noroeste de la isla de Lanzarote, a escasa media hora del puerto de Arrecife, se extiende, a lo largo de más de cinco interminables kilómetros de arena rubia, la conocida como playa de Famara. Está ubicada dentro del Parque Natural del Archipiélago Chinijo, entre el pueblo marinero de La Caleta de Famara y la base del impresionante risco de Famara. Con la marea baja, cuando el agua forma una delgada capa sobre la arena y refleja el cielo y el risco como un gigantesco espejo, despliega, aún más toda su belleza de playa agreste y libre.

El recorrido se inicia en el sur de la isla de Tenerife, concretamente en el pueblo de Vilaflor, a casi 1.400 metros de altitud. Tras un duro ascenso de 1.100 metros se alcanza la Degollada de Guajara, zona de espectaculares vistas al Teide y a la isla de La Gomera. Desde ahí un descenso de un kilómetro hasta las Siete Cañadas, lugar por donde continúa la ruta.

Uno de los mejores spots para hacer surf del mundo, El Quemao, está en la costa noroeste de la isla de Lanzarote. Frente al pueblo de pescadores de La Santa, se forman olas fuertes y tubos perfectos los días que hay mar de fondo. El pueblo de La Santa cuenta con una gran variedad de servicios de alojamiento y restauración, incluidos algunos especializados como escuelas de surf y tiendas para el alquiler y la compra de material deportivo.