La Fundación César Manrique se sitúa en el centro de Lanzarote, en la casa conocida como Taro de Tahíche. Pintor, arquitecto y escultor, Manrique se propuso convertir esta isla en la más bonita de todas. Este edificio, construido sobre cinco burbujas volcánicas reconvertidas en habitaciones, es un ejemplo de la arquitectura propia del artista. Aquí el visitante podrá comprender mejor la forma en que transformó Lanzarote, mezclando el arte con la naturaleza y respetando el paisaje y las tradiciones de la isla.