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Puede que El Hierro sea una isla pequeña en superficie, pero es inmensa en rincones por descubrir; tanto que, a día de hoy, muchos de ellos permanecen ocultos incluso para los propios herreños.
Estoy segura de que cada vez que viajas a un nuevo destino pones en práctica uno de tus deportes favoritos: el de esquivar a los turistas. Es normal y comprensible que cuando te propones visitar la más pequeña de las Islas Canarias no querrás volver a casa sin haber pasado por algunos de los lugares más famosos de la isla como la Sabina, el Mirador de La Peña, el Árbol Garoé o La Restinga. De hecho, es la ruta por excelencia que hacen amigos y amigos de amigos.
Debes saber que, si bien en El Hierro jamás te verás agobiado por grandes masas multitudinarias, sí es cierto que existen otros lugares menos conocidos, lugares que no salen en los mapas, que no ocupan una reseña preferencial en las guías o que, simplemente, pasan desapercibidos a ojos del visitante porque no sabe qué se va a encontrar.
Aquí te muestro 5 lugares únicos de El Hierro de los que, probablemente, nadie te haya hablado.
El Cuchillo del Jorado
Al igual que podrías visitar la isla de El Hierro haciendo una ruta por sus miradores, podrías planificar perfectamente una ruta por sus monumentales arcos naturales.
La lava solidificada ha dejado caprichosas formaciones de piedra en toda la costa herreña dignas de admirar, pero ojo, porque no todos los arcos de El Hierro están en el mar.
Existe uno escondido en el borde superior del risco, en El Golfo, que es igual de espectacular. Les hablo del Cuchillo del Jorado, situado entre Jinama y el observatorio, una auténtica maravilla de la naturaleza.
El Río
Uno de los lugares más bellos de la isla de El Hierro y de parada obligatoria corresponde a sus zonas de baño. La costa herreña presenta un entorno característico dominado por la lava donde se esconden verdaderas sorpresas bajo los acantilados.
La parada que harás en Las Puntas, en el municipio de La Frontera, no sólo será para visitar el que fuera el hotel más pequeño del mundo. Si bordeas la costa y te diriges al comienzo del sendero que une Las Puntas con La Maceta encontrarás, bajo el acantilado, una pequeña piscina de gran belleza natural llamada El Río.
El Río es ese lugar donde muchos de los niños del pueblo aprenden a nadar gracias a su escasa profundidad y al estar a resguardo del mar.
Una apreciación importante: si quieres disfrutar de los charcos de El Hierro y admirar su espectacularidad, intenta que sea siempre con marea baja.
La Cueva del Caracol
El Santuario de La Virgen de Los Reyes, en La Dehesa, debes marcarlo también como lugar de parada obligatoria en tu viaje a la Isla del Meridiano ya que aquí descansa la patrona de los herreños, la “Madre Amada”. Un humilde edificio de paredes blancas impolutas que se mezcla entre la arboleda creando un entorno mágico donde recargar energía.
Pero debes tener en cuenta que tu visita no termina aquí. A escasos metros del Santuario se encuentra la Cueva del Caracol, un complejo de grutas integradas dentro de la roca que fueron utilizadas antiguamente por los pastores y su ganado.
Este lugar albergó inicialmente la imagen de la Virgen de Los Reyes tras su llegada a la isla. Fueron los pastores quienes la custodiaron y la depositaron aquí, en la cueva que llamaron a partir de ese momento “Cueva de La Virgen”. Allí la veneraron, convirtiéndola en la protectora y patrona de La Dehesa, de los ganados y posteriormente de toda la isla.
La Hoya de Fireba/Fileba
La Hoya de Fireba es una de las calderas volcánicas más espectaculares de la isla. Se encuentra dentro del sendero circular de La Llanía, uno de los más populares que te recomiendo hacer, en el que te adentrarás en un bosque húmedo y tupido de fayal-brezal más propio de los cuentos de hadas que de este mundo terrenal.
Desde el Mirador de Fireba podrás apreciar la forma cóncava de esta caldera y su vegetación. Si llegas hasta aquí con ganas de estirar las piernas te recomiendo bajar hasta el interior, a una profundidad de más de 100 metros. Sus imponentes paredes verticales y el murmullo del viento harán que tu corazón se estremezca allí abajo.
La playa de La Bonanza
No te irás de El Hierro sin visitar uno de los símbolos cuya silueta se ha convertido en una de las imágenes características de la isla: el Roque de La Bonanza, del que seguro te llevarás una postal para tu familia y amistades.
Son muchas las personas que, diariamente, se acercan a fotografiar este roque que se alza verticalmente unos 200 metros desde su base, y que se encuentra situado en un enclave único, en un anfiteatro natural de impresionantes vistas panorámicas.
Nada más salir del pequeño túnel que te lleva hacia esta zona puedes aparcar tu coche y sacarte infinidad de fotos con el roque de fondo, pero ¿sabías que también te puedes dar un baño aquí?
Esta es sin duda mi playa favorita de El Hierro, siempre que recordemos que en esta isla el concepto de “playa” es bastante más amplio. Sus aguas tranquilas y cristalinas y el imponente roque de fondo hacen de este lugar un verdadero paraíso.
El Roque de La Bonanza se encuentra a escasos 15 metros de la costa y es muy fácil nadar hasta él. Ve hasta allí y comprobarás su majestuosidad y, muy importante, si quieres que la experiencia sea de diez no olvides las gafas y el tubo porque el fondo… el fondo ya es otra historia.