La famosa sabina retorcida de El Hierro
En el extremo occidental de la isla de El Hierro hay un bosque de árboles centenarios cuya increíble capacidad de adaptación a los elementos hace que el visitante se sienta insignificante. Se trata de El Sabinar, un bosque abierto de sabinas autóctonas, de troncos inclinados y retorcidos por el embate del viento. Esta joya natural está en una dehesa comunal con vacas y ovejas sueltas, y a no mucha distancia del santuario de Nuestra Señora de los Reyes.
Tras dejar su coche en el aparcamiento, el visitante comprobará que un árbol en concreto llama especialmente la atención; es la Sabina de El Hierro, un gran ejemplar que se asemeja a una bailarina que se arquea de espaldas y extiende su pelo sobre el suelo. Su inconfundible forma se ha convertido en uno de los símbolos de la isla y de la adaptabilidad y belleza de las gentes que habitan el Parque Rural de Frontera y el resto de la isla de El Hierro.
Caminar por rutas tradicionales en El Hierro
La tranquilidad que reina en el suroeste de El Hierro, donde se ubica el Parque Rural de Frontera, hace que caminar por sus múltiples senderos sea todo un placer. La acusada pendiente de muchos tramos se compensa con vistas sobrecogedoras y todo el aire puro que se desee. Algunas de estas sendas aún siguen usándose en fiestas tradicionales, como el famoso sendero de peregrinación para la Bajada de la Virgen de los Reyes, hoy integrado en el GR-131.
Para explorar la red conviene empezar en la Hoya del Morcillo, una zona de acampada ubicada en medio de un bosque de pinos canarios y junto a la población de El Pinar. Desde allí se pueden explorar diversos tramos del PR-EH 1: el que lleva a la población pesquera y sureña de La Restinga, el que discurre por los bosques de refrescante laurisilva de Mencáfete, en la ladera norte del parque, y los que nos llevan a los impactantes golfos de Las Playas y Frontera.
El meridiano cero estuvo en El Hierro
El punto más occidental de las Islas Canarias y de la isla de El Hierro es un campo de lavas rojizas y cráteres volcánicos en medio del que aparece un sencillo faro sobre un edificio de color blanco y verde. Es el faro de Orchilla, el cual marcó el meridiano cero del planeta durante los 250 años previos a Greenwich. Además, su luz era el primer atisbo de tierras europeas que veían los conquistadores que volvían de las Américas por las Islas Canarias.
En las inmediaciones del faro se ven lavas de formas caprichosas, tubos volcánicos visitables y enormes tabaibas dulces con forma de candelabro. Los más curiosos querrán ver el cercano monumento al meridiano cero y pedir un certificado de su visita al Patronato de Turismo de la isla. Y después de pisar el antiguo meridiano, se puede tomar la cercana carretera HI-500 en dirección a Taibique y visitar la exótica playa de gravilla roja volcánica de El Verodal.
Un centro de visitantes sobre los bimbaches
El Julán es una inmensa ladera de lavas que se deslizan hasta el mar de las Calmas, al sur de El Hierro, y dentro la cual se esconden los mejores grabados rupestres que dejaron los bimbaches, las tribus prehispánicas que habitaron esta isla. En este lugar apartado de lo urbano, el visitante no es capaz de divisar ni un solo edificio, ni una sola carretera. La naturaleza parece haberse tragado hasta el último vestigio de civilización.
Sin embargo, camuflado en un desvío de la carretera HI-400 aparece el centro de interpretación del Parque Cultural El Julán. En sus salas expositivas se explica la importancia económica, cultural y política que este lugar tenía para los antiguos. Además, su experto personal guía a los visitantes por rutas que recorren ocho kilómetros para llegar a los grabados de Los Letreros y Los Números, a un tagoror –antiguo espacio de asamblea de los bimbaches– y a muchos otros lugares de interés.
Templo de la patrona de El Hierro en La Dehesa
La figura que más hermana a la reducida población de El Hierro es la de su patrona, la Virgen de los Reyes. Esta advocación mariana recibe su nombre del día de Reyes o Epifanía, 6 de enero, ya que tal día del año 1546 los habitantes de la isla recibieron una pequeña talla de madera de la Virgen María. Fue un regalo de un barco que se dirigía a América y al que los habitantes de la isla socorrieron.
La figura de la Virgen se conserva en el santuario insular de Nuestra Señora de los Reyes. Este modesto y recoleto templo se encuentra entre las suaves colinas cubiertas de brezos de La Dehesa, una zona de pastos comunales a 600 metros de altitud en el sector occidental de la isla y del Parque Rural de Frontera. Una parada aquí, de camino a las sabinas retorcidas o el mirador de Bascos, reconforta el alma.
Buceo y pescado fresco en el sur de El Hierro
Frente a la costa sur del Parque Rural de Frontera aparece un santuario marino con una sorprendente riqueza marina. La Reserva Marina La Restinga-Mar de Las Calmas se encuentra junto al punto más meridional de la isla de El Hierro, en una amplia y plácida bahía conocida como mar de Las Calmas. Sus 750 hectáreas de azul intenso son un paraíso para buceadores, fotógrafos submarinos, y para los pescadores artesanos de la zona.
La flotilla de barcos de artes de pesca respetuosas que faenan en la reserva sale del cercano puerto de La Restinga. De allí también zarpan las embarcaciones que llevan a grupos de buceadores a buscar gráciles mantas, corpulentos medregales y sigilosas morenas. Por la tarde, pescadores, buceadores y turistas coinciden en los restaurantes de La Restinga ante un plato de viejas (un pez loro) o cabrillas y un vaso del excelente vino blanco de la isla.
- Nunca dejes residuos de ningún tipo en el entorno, incluidas las colillas. Los restos de comida contribuyen a la proliferación de roedores y gatos asilvestrados que suponen una grave amenaza para la fauna.
- Respeta a los animales, no los molestes ni los alimentes. Si ves algún ejemplar herido, puedes avisar en el teléfono de emergencias 112. Tampoco arranques flores o plantas.
- No recojas ni te lleves piedras o cualquier otro elemento del medio natural. Tampoco lo modifiques amontonándolas para realizar las tristemente famosas “torres”.
- No camines por espacios no permitidos y respeta la señalización de los senderos. Salirse de los caminos habilitados provoca daños en el entorno y además puede ser peligroso para ti y para quienes te acompañan.
- No enciendas fuego fuera de las zonas permitidas y ten especial cuidado en los meses de verano.
- Procura no alterar la tranquilidad del entorno con ruidos excesivos (música alta, gritos...).