La práctica del teletrabajo no solo está cambiando la manera de entender el mercado laboral sino que además, se ha convertido en el aliado perfecto para la protección del medio ambiente.
Organizaciones como Greenpeace afirman que el teletrabajo es una de las opciones más ecológicas y económicas, generando un impacto positivo en el medio ambiente gracias a la reducción de desplazamientos, la menor ocupación del suelo urbano o los cambios en el consumo.
Movilidad responsable en las islas
El teletrabajo tiene un impacto positivo en el ecosistema debido principalmente al descenso de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera relacionados con los traslados a los centros de trabajo. Una acción tan sencilla como desplazarse en coche a la oficina tiene consecuencias muy negativas para el medio ambiente, de las que parte de la sociedad no es consciente. El transporte es el sector que más contribuye a las emisiones de CO2 y el principal responsable de la mala calidad del aire.
Cambiar la forma de moverse es clave en esta transformación. Las Islas Canarias son un escenario perfecto para optar por formas más eficientes de transporte como andar o ir en bicicleta. El buen clima y las temperaturas suaves de las Islas Canarias facilitan alternativas de movilidad más saludables. Además, para largas distancias, tener una red de transporte público de calidad permite prescindir del coche y moverse por las islas de manera óptima.
Más allá de las ciudades
Tradicionalmente, las grandes ciudades eran los lugares donde más oportunidades laborales existían, produciendo el desplazamiento de miles de personas y ocasionando una presión poblacional y ambiental.
Con la llegada del teletrabajo, se plantea la opción de poder trabajar desde cualquier parte y que cualquier rincón del planeta se convierta en una opción viable y real para trabajar. Los remote workers dan así una oportunidad a lugares destinados tradicionalmente a las vacaciones o con un futuro abocado a la despoblación, como las zonas rurales.
El teletrabajo ha conseguido que no solo ciudades como Las Palmas de Gran Canaria o Santa Cruz de Tenerife reciban a profesionales que trabajan en remoto, sino que pueblos como Icod de los Vinos en Tenerife o Antigua, en Fuerteventura, experimenten una mayor actividad, tanto social como económica, gracias a remote workers que buscan tranquilidad, integrarse con las costumbres locales o una mayor conexión con la naturaleza.
Un ejemplo de esta tendencia es Pueblos Remotos, una iniciativa que busca reactivar las zonas rurales y generar un impacto socio-económico en la comunidad local mediante la atracción de teletrabajadores y el desarrollo de un turismo más sostenible, con la cual buscan posicionar entornos rurales como lugares conectados e innovadores.
Es una nueva oportunidad a lugares que por su situación geográfica dificultan el acceso a ciertos tipos de trabajos. Además, sirven como una alternativa sostenible para aquellos trabajadores que deciden abandonar las grandes ciudades una vez que su presencia ya no es necesaria en oficinas o centros de trabajo.
Vive como sientes
La digitalización y la capacidad de teletrabajar nos han permitido adoptar hábitos más sostenibles como la reducción del papel o la racionalización del uso del aire acondicionado, si bien, para otros ha supuesto un paso decidido hacia una vida más ecológica, estableciendo su residencia -aunque sea temporal- en lugares donde poder reducir el impacto de su huella ambiental.
En las Islas Canarias se puede vivir en sintonía con el entorno, por ejemplo haciendo la compra en mercados agrícolas, adquiriendo productos Kilómetro 0 directamente al productor; participando en iniciativas de economía circular o de movilidad sostenible. El alquiler de bicis y patinetes eléctricos se ha extendido por todas las islas y tan solo en Las Palmas de Gran Canaria se han desplegado 33 kilómetros de carriles bici.
El modelo de crecimiento sostenible de las Islas Canarias pasa también por una apuesta firme por la implantación de las energías renovables, dado que somos ricos en sol, viento, olas y calor de la tierra. El caso más avanzado es El Hierro, la primera isla que ha sido energéticamente autosuficiente, convirtiéndose en un referente en todo el mundo.
Declarada por la UNESCO como “Reserva de la Biosfera y Geoparque”, la isla de El Hierro cuenta con una central hidroeólica, Gorona del Viento, que abastece a la Isla de energía generada a partir de fuentes limpias y renovables. Su visión es convertir El Hierro en 100% renovable.
El teletrabajo supone ser conscientes de que otra forma de trabajar es posible poniendo el foco en acciones sostenibles y teniendo en cuenta el respeto y el cuidado del medio ambiente, ayudando a crear entornos limpios. Las Islas Canarias son uno de los lugares con mayor riqueza ecológica del planeta y es fundamental conocer la importancia de cuidar su ecosistema. Es recomendable que los trabajadores que eligen las islas como lugar para teletrabajar den importancia a la realización de acciones sostenibles y de respeto hacia el entorno.