La isla de Gran Canaria es un mundo de contrastes que ofrece planes para todos los gustos.
Extensas playas, sorprendente naturaleza, animada vida tanto de día como de noche, sabores y tradiciones inconfundibles… Estas son solo algunas de las sorpresas que las parejas recién casadas podrán descubrir en Gran Canaria durante su viaje de luna de miel. Relajarse bajo el sol sobre arenales infinitos, tomar revitalizantes baños en las cristalinas aguas del océano Atlántico, descubrir inolvidables rincones naturales, disfrutar de románticos paseos junto al mar o en cascos históricos donde el tiempo parece haberse detenido, escudriñar el transparente cielo canario en busca de esa estrella especial, aprender juntos a surfear cabalgando sobre las olas… ¿Qué te apetece?
De la mano bajo el sol de Gran Canaria
Si lo que buscamos es disfrutar del sol y el mar, las opciones son muchas. En plena ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, la capital de la isla, encontramos la famosa playa de Las Canteras, una auténtica joya de rubia arena considerada como una de las mejores playas urbanas del mundo. Muy visitada por turistas y residentes en cualquier época del año, a lo largo de sus tres kilómetros discurre paralelamente una animada avenida en la que constantemente vemos gente pasear o tomar algo en alguna de sus terrazas mientras disfrutan del sol, de la brisa marina y del ambiente. Y si la luna de miel coincide con la Navidad, estaremos de suerte, pues tendremos ocasión de ver el ya tradicional belén de arena de grandes dimensiones que cada año congrega a más de 200.000 visitantes y en cuya creación participan varios artistas de diferentes nacionalidades.
Otra de las playas más famosas de Gran Canaria se encuentra en el sur de la isla. Se trata de Maspalomas, con sus espectaculares dunas y la charca del mismo nombre que conforman un espacio natural protegido. La extensa playa de arena dorada, con el Faro y el animado paseo que se extiende a partir de él, invitan a un romántico paseo mientras contemplamos un bello atardecer. También en esta zona de la isla encontramos otras playas que merecen una visita, como la del Inglés, conectada a Maspalomas, y las de Puerto Rico y Amadores, en el municipio de Mogán.
En el noroeste de Gran Canaria es imprescindible conocer la popular playa de Agaete y sus piscinas naturales, ambas de carácter familiar, donde podemos aprovechar para degustar una muestra de la gastronomía de la isla en la que destaca el pescado fresco. Si queremos algo más de tranquilidad, a pocos kilómetros de esta localidad marinera se encuentra la playa de Guayedra, un pequeño rincón de arena oscura casi virgen donde tenemos que tener precaución a la hora del baño por las corrientes y el mayor oleaje. Si alzamos la vista desde este paraíso, en la cima de los imponentes escarpes que lo resguardan, podemos contemplar parte del Parque Natural de Tamadaba, un valioso espacio que alberga uno de los bosques de pino canario más antiguos y mejor conservados de las Islas Canarias.
Tocar el cielo en el Roque Nublo
En la localidad de Tejeda, en pleno corazón de la isla y del territorio que forma parte de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, existe un lugar simbólico para los grancanarios. Rodeado del paisaje abrupto de la espectacular Caldera de Tejeda, se alza el Roque Nublo, un impresionante monolito volcánico de 80 metros de altura que la erosión ha ido modelando durante miles de años. Hasta la base de esta inmensa roca se llega caminando a través de un sendero ascendente, flanqueado por pinos canarios, que no reviste especial dificultad y que se disfruta mucho gracias a la peculiar belleza del paisaje. Nada mejor que ir deteniéndonos en el camino para fijarnos en cada detalle y sacar impresionantes y románticas fotografías. Tras recorrer algo más de un kilómetro llegamos a lo que se conoce como el “Tablón del Nublo”, una amplia meseta en cuyo extremo vemos alzarse al gigante sin poder evitar decir ¡Guau!
Perderse callejeando
Quienes prefieran callejear también tienen su espacio en Gran Canaria. Imprescindible recorrer las calles y admirar los fabulosos edificios del centro histórico de Vegueta, núcleo fundacional de Las Palmas de Gran Canaria declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional, que atesora más de 500 años de historia. En esta parte de la ciudad encontramos lugares tan interesantes como la Catedral y Plaza de Santa Ana, la Casa de Colón, el CAAM (Centro Atlántico de Arte Moderno) o El Museo Canario, que expone, entre otras, una completa colección sobre la población aborigen de la isla.
Fuera de la capital, en el suroeste de la isla, podemos visitar una de las localidades turísticas costeras más famosas: el Puerto de Mogán, un enclave de una belleza singular gracias a sus callejuelas con pintorescas casas de colores y su muelle deportivo, un lugar ideal para disfrutar de un tranquilo paseo en pareja. También es un buen sitio para degustar el pescado fresco de la zona, como el bonito a la plancha, y las lapas con mojo verde.
No nos podemos despedir de Gran Canaria sin pasar por Teror, en el interior de la isla, un lugar cargado de simbolismo por acoger la Basílica de Nuestra Señora del Pino, patrona de la isla, y de belleza por albergar un espectacular conjunto histórico.
La isla del deporte para parejas con mucha adrenalina
Si estamos en Gran Canaria debemos subirnos a una tabla al menos una vez. Surf, windsurf, kitesurf… el océano nos regala las mejores olas que se conjuran con los vientos alisios para que nuestra adrenalina haga el resto. Así que, si queremos probar esta experiencia en pareja, es muy aconsejable acudir a cualquiera de las escuelas. Sin salir del mar, también podemos iniciarnos, si nunca lo hemos hecho, en la práctica del buceo: qué mejor lugar para recibir el “bautismo” que los magníficos fondos marinos de esta isla.
Si eres más de “secano”, Gran Canaria ofrece igualmente innumerables opciones, entre ellas el golf. Aquí podemos practicarlo cualquier día del año gracias al suave clima primaveral y a la completa y variada infraestructura y servicios, con varios campos de golf donde elegir para todos los niveles, desde el principiante a un experto profesional.