De ruta por los volcanes de La Palma

Un recorrido hasta el epicentro de uno de los fenómenos naturales más fascinantes del mundo

Debido a la erupción de 2021, todavía hay quien piensa en un volcán cuando se menciona La Palma, pero nada más lejos de la realidad. La isla siempre ha sido un lugar donde la naturaleza, las playas, la cultura, la historia, la gastronomía y las tradiciones propias han brillado bajo un cielo estrellado único. Senderos, nacientes de agua, cuevas. Además de volcanes, La Isla Bonita ofrece experiencias inolvidables.

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Volcán Cumbre Vieja. La Palma.
Volcán Cumbre Vieja. La Palma.
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Con 85 días, la erupción de septiembre de 2021 se convirtió en la más longeva de los últimos 400 años, superando el récord que ostentaba el volcán Tehuya desde 1585. El delta de lava principal mantuvo un crecimiento constante y las coladas de la zona norte continuaron activas durante meses, lo que creó un segundo delta lávico mucho más pequeño. Parte de las coladas y los centros de emisión generados durante la erupción forman parte del Paisaje Protegido de Tamanca.

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La Palma es conocida por ser tierra de volcanes. Su territorio permite explorar de cerca este fenómeno de la naturaleza sin correr riesgos. La mayoría se encuentran en Cumbre Vieja, una gran dorsal situada en la parte sur y que se caracteriza por ser la más activa y mejor conservada de todo el archipiélago canario. También es el inicio de la famosa Ruta de los Volcanes, un sendero longitudinal que nos invita a pasear entre estos gigantes surgidos del interior de la Tierra.

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Este sendero parte del Refugio de El Pilar y permite llegar hasta Fuencaliente, donde se halla el volcán de Teneguía y cuya erupción en 1971 había sido la última que había vivido La Palma hasta la acontecida en 2021. Desde este volcán ya solo queda continuar el camino hasta descender y encontrar las salinas y el faro de Fuencaliente, el punto más meridional de la isla y el final de la ruta.

Desde el Refugio del Pilar, situado a unos 1.500 metros de altura, el trazado transcurre a lo largo de algo más de 18 kilómetros en los que es posible descubrir cráteres, lagos de lava y coladas donde crece la vegetación. Un poquito más adelante, y a una altitud máxima de 2.000 metros, nos encontramos con Las Deseadas y la oportunidad de pararse a contemplar las que para muchos son las mejores vistas de La Palma y desde donde los días despejados es posible llegar a ver Tenerife, La Gomera y El Hierro.

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Además del Teneguía, donde es posible adentrarse hasta la zona más afectada hace 50 años, existen otros volcanes de los que se puede descubrir más.

Unas décadas antes que el Teneguía y el Tagoro, en 1949, fue el Volcán de San Juan de la isla de La Palma (también conocido como Nambroque) el que registraba actividad volcánica. Con el paso del tiempo, la vegetación ha ido recuperando el terreno, dando lugar a un espectacular contraste de negros y verdes, así como la posibilidad de disfrutarlo dando un paseo a través de las antiguas coladas volcánicas. 

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Más antiguo y probablemente por ello menos conocido -aunque igual de fascinante- es el volcán de San Antonio. Se encuentra en Los Canarios, en la zona final de la Ruta de los Volcanes, y su erupción data de 1677-1678 y se trata de un volcán muy accesible para todo tipo de caminantes ya que su sendero está completamente adaptado para personas con movilidad reducida. Su cráter, que dibuja un círculo casi perfecto, resulta ser un excelente lugar desde el que contemplar el Teneguía en todo su esplendor. 

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Agradecimientos a la Dra. Juana Vegas Salamanca, Coordinadora del Grupo de Investigación en Patrimonio y Geodiversidad del Instituto Geológico y Minero de España (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) por la información de este artículo.