La increíble nueva gastronomía de Lanzarote y cómo disfrutarla
No es casualidad que Teguise acoja cada año el festival enogastronómico “Saborea Lanzarote”, escaparate de las delicias insulares que se ha convertido en uno de los más importante de las Islas Canarias. Tampoco lo es que los cocineros más destacados se hayan unido en el colectivo Lanzarote Cocina. La razón de ello es que la gastronomía conejera ha entrado en una nueva etapa, ganando la fama y el prestigio que merecía, hasta el punto de que puede considerarse un buen motivo para visitar la isla.
Bodegas, queserías y cultivos Km 0
Lanzarote dispone de una fantástica materia prima. El cultivo en “jable” (arena organógena, formada por diminutos fragmentos de conchas marinas) de productos como la batata, calabaza, cebollas o legumbres marca la diferencia, ya que este sustrato especial proporciona nutrientes y mantiene la humedad del suelo. También el cochino negro y los productos que ofrece el mar, como el excelente pescado de costa, componen suculentos platos con innovadoras propuestas. Predomina así una cocina natural, ecológica, de Km 0, sin perder de vista el disfrute de los sabores. Todo ello sin olvidar la cocina de vanguardia con bases sólidas en la alta cocina, que se fusiona equilibradamente con el recetario tradicional canario.
Hace unos cuantos lustros, la oferta de restaurantes gastronómicos era escasa y el recetario modesto, basado en elaboraciones sencillas. Pero ahora en Lanzarote no todo son papas arrugadas con mojo picón y pescado fresco. La nueva cocina conejera ha dado un paso adelante porque productores, maestros queseros, enólogos y chefs han elevado su categoría gastronómica mediante el rescate del producto local, que ponen en valor mediante técnicas de cultivo y pesca sostenibles.
Lanzarote también es famosa por su tradición vitivinícola, que tiene su máxima expresión en el espectacular paisaje de La Geria. Aquí, el agricultor ha desarrollado su ingenio para cultivar la vid en terrenos aparentemente estériles. Sin embargo, los pequeños fragmentos de lava negra con los que se cubre el suelo fértil en el que la planta hunde sus raíces, retienen la humedad, creando las condiciones óptimas para su desarrollo. Este manto negro que contrasta con el verde de la vid se complementa con unos pequeños muros semicirculares construidos de piedra volcánica que rodean la planta para protegerla del viento. Este sistema de cultivo ha permitido, junto a otros factores, que los vinos lanzaroteños, que cuentan con Denominación de Origen, sean enormemente apreciados por su excelente e inconfundible calidad. El Grifo, una de las bodegas más antiguas de Canarias posee un museo que está abierto todos los días y ofrece visitas guiadas y un paseo por los viñedos con cata de vinos incluida. Las Bodegas Guiguan, en Tinajo, producen un excelente vino, ya que siguen a rajatabla una vendimia manual de racimo en su momento óptimo de madurez con el fin de preservar al máximo los aromas varietales.
Así, la tierra, el paisaje, la cultura y el patrimonio están presentes en platos sorprendentes y originales que, además, benefician la salud y el medioambiente gracias a la apuesta de Saborea Lanzarote por los productos Km 0, lo cual ayuda también a mantener el paisaje lanzaroteño con la recuperación de los terrenos heredados.
Restaurantes gourmet
En el restaurante Isla de Lobos, en el Hotel Princesa Yaiza, Gonzalo Calzadilla está a cargo de transmitir la filosofía de una cocina sostenible y de producto local a los comensales, respetando la tradición y apoyándose en técnicas contemporáneas y los exclusivos productos de La Finca de Uga. Calzadilla, además, acaba de ser reconocido como mejor chef de las Islas en los prestigiosos premios GastroCanarias.
El restaurante Lilium, en Arrecife, se ha ido labrando el merecido reconocimiento de una buena cocina tradicional con toques modernos y en constante evolución. El duro trabajo, la pasión por la cocina y un servicio diez les avalan. La carta, siempre creativa, refleja la experimentación continuada alrededor de los fogones y las sutiles combinaciones que encuentran por este difícil camino. De ahí las croquetas de plátano y chorizo con mayonesa de hierbahuerto (hierbabuena), el queso de cabra frito rebozado en panko con salsa de moras o el rejo de pulpo a la sartén con hummus de garbanzos y pimientos asados.
El restaurante La Cañada, en Puerto del Camen, está decorado con piedra natural y madera, que se abrazan en la práctica totalidad de sus estancias. Los entrantes exquisitos asombran por su originalidad, como el carpaccio y el revuelto de morcilla con espárragos trigueros. Las carnes y el pescado fresco del litoral invitan a saborear los productos de la tierra preparados con esmero. lor con chocolate blanco).
El restaurante Amura, en el paseo marítimo de Puerto Calero, cuenta con dos soles en la Guía Repsol. Ofrece cocina de mercado con pinceladas de autor centrada en los mejores productos de la tierra.
El restaurante Aguaviva, en Playa Honda, forma parte de los restaurantes de la Guía Michelín, que recomienda disfrutar sus platos de cocina actual de base tradicional en la terraza de este chalet ubicado en una zona residencial.
El restaurante El Risco, en Famara, aprovecha su estratégica localización casi al pie del océano para regalarnos, gracias a un enorme ventanal, la robusta estampa del risco y la playa de Famara. El trato familiar del servicio nos hace sentir como en casa y esta hospitalidad deja a las claras la especialidad culinaria: cocina canaria con suaves toques modernos.
El restaurante Arenas Lounge, en Puerto del Carmen, es el laboratorio de Luis León, lo que significa que el producto es de primera, pivote por el que gira la cocina creativa: sashimi de salmón salvaje, carpaccio de rape ahumado o las clásicas vieiras con calabacín. Un surtido de delicias que muestran la madurez absoluta del chef. Además, sus excelentes platos se pueden degustar frente a una panorámica de un jardín impecable tras el cual se levanta una elegante pérgola que da paso a una piscina.
Además de Gonzalo Calzadilla y Luis León, este salto de calidad y fama tiene muchos nombres propios. Antonio Hernández Abreu es un referente indiscutible, porque fue capaz de convertir La Era, en Yaiza, en ejemplo de restaurante de la cocina canaria tradicional. Otros chefs destacados por su destreza y excelencia son Joao Henrique Faraco (Coentro, Playa Blanca), mejor cocinero de Canarias en el quinto Salón Gastronómico GastroCanarias, y David Díaz, de Atlántico Lounge, en Puerto del Carmen, que rompe esquemas con platos como el pulpo al grill sobre una cama de colichoco (colif