Desde un lagartario a un centro de interpretación del que fue el árbol sagrado para los aborígenes de la isla
Esta pequeña isla, que tiene por bandera la sostenibilidad y el respeto al medioambiente, es una caja de sorpresas para el visitante, que encontrará un sinfín de atractivos. Y es que, además de sus indiscutibles encantos naturales, El Hierro cuenta también con interesantes museos para todos los gustos. Estos son algunos de los imprescindibles.
Centro de Recuperación del Lagarto Gigante de El Hierro
Este reptil en peligro de extinción es una de las joyas y símbolo de la isla. Precisamente para evitar su desaparición se creó hace décadas este lagartario que forma parte de un plan para lograr su recuperación. Lugar de visita obligada para observarlos de cerca y conocer los secretos de la cría en cautividad de esta especie única en el mundo, que se va recuperando poco a poco gracias al esfuerzo colectivo de las Administraciones públicas y de los habitantes de la isla.
Centro de Interpretación de la Reserva de la Biosfera
Cerca del 60 % del territorio de El Hierro se encuentra protegido. Ello, unido a algunas iniciativas que la isla está llevando a cabo, la convierten en un referente en materia de sostenibilidad no solo en España, sino también en Europa. A su apuesta por las energías renovables hay que sumar el compromiso con la preservación de la biodiversidad, los paisajes y ecosistemas propios, que se podrán conocer en profundidad en una visita al Centro de Interpretación de la Reserva de la Biosfera. Ubicado en el edificio del Antiguo Casino de Isora, ahora consagrado a ese largo idilio entre la isla y la naturaleza, aquí descubriremos la historia natural de El Hierro y sus proyectos más punteros como, entre otros, la central hidroeólica de Gorona del Viento.
Museo Arqueológico de El Hierro
Vale la pena hacer una parada en este centro, ubicado en Valverde, que muestra piezas de carácter antropológico, con acceso a diversos fondos etnográficos. Una de sus joyas es un tablón funerario en madera con inscripciones líbico-bereberes, único en la arqueología canaria.
Centro de Interpretación Garoé
El famoso Árbol Garoé es un símbolo de El Hierro y se encuentra en un enigmático enclave de la localidad de San Andrés. Los bimbaches, que así se llamaban los primeros pobladores de la isla, lo consideraban un árbol sagrado, pues les proporcionaba el agua necesaria para la supervivencia —y tan escasa en la geografía insular— gracias al fenómeno de la lluvia horizontal. El til (una especie propia de la laurisilva) original fue derribado por un huracán en el siglo XVII, y en su lugar fue plantado otro ejemplar. En esta misma localidad comienza y termina la Ruta del Agua, un sendero de 16 kilómetros que nos muestra la importancia y la historia que este básico elemento ha tenido en la isla.
Centro Etnográfico Casa de Las Quinteras
Taller, herrería y telar, artesanía textil, de madera y barro. Visitar la Casa de Las Quinteras es adentrarse en la historia, remota y reciente, de esta isla que siempre ha valorado el trabajo de sus artesanos. Aquí encontraremos un buen número de objetos representativos de los diferentes oficios de El Hierro, y podremos adquirir una gran variedad de piezas artesanales elaboradas en la isla, desde cerámica a ropa o complementos.
Centro de Interpretación Geológica
En el municipio de El Pinar, y ubicado en el edificio del antiguo casino, encontramos este completo centro de interpretación que nos muestra la importancia que tiene esta isla en el ámbito geológico, etnográfico y cultural. La riqueza de su singular patrimonio geológico, así como el haber establecido una estrategia de desarrollo propia, ha determinado la declaración de El Hierro como Geoparque por parte de la UNESCO. El centro cuenta con paneles en los que se explica detalladamente la formación de la isla y sus innumerables recursos naturales.
Centro de Interpretación del Parque Cultural de El Julan
El Parque Cultural de El Julan es una parada obligada en El Hierro, ya que nos permitirá visitar los grabados en piedra (petroglifos) que dejaron los antiguos habitantes de la isla, denominados bimbaches, así como numerosos restos arqueológicos. Conviene detenerse en el centro de interpretación, pues nos ayudará a conocer los secretos mejor guardados de este enclave y acercarnos a la forma de vida de los aborígenes herreños. La visita al centro cultural incluye una ruta guiada por la zona arqueológica, que puede hacerse a pie o en coche, y vale mucho la pena.