¿Qué lugares debes visitar para aprovechar tu visita a la “Isla Bonita”? Aquí te lo contamos
La Palma es un tesoro que concentra todos los encantos y espectacularidad propios del archipiélago canario en solo 706 kilómetros cuadrados. Artesanía, gastronomía, historia, arquitectura tradicional, volcanes, mar, bosques frondosos o montañas, todo sin perder de vista el océano. Una forma de descubrir los lugares más asombrosos de esta isla atlántica es, sin duda, caminar por sus senderos pero, si el tiempo apremia, también recorrerla en coche es una buena opción. Estos son los lugares que hay que descubrir sí o sí una vez desembarcamos en la isla canaria de La Palma, declarada Reserva de la Biosfera.
Partir a la aventura en el Bosque de Los Tilos
La visita al Bosque de Los Tilos es imprescindible pues podrás presumir de haber estado en uno de los bosques de laurisilva mejor conservados del mundo, más si tenemos en cuenta que esta formación vegetal desapareció de la mayor parte del planeta hace cientos de miles de años. Varios senderos permiten recorrer y adentrarse en esta reserva natural, así que para descubrir sus particularidades lo mejor es informarse en el Centro de Visitantes de Los Tilos. Eso sí, la más entretenida y popular de todas las rutas, de 15 kilómetros y unas 7 horas de senderismo, es la de Marcos y Cordero, que además de ofrecer preciosas vistas y un impresionante paisaje, con el ruido del agua de fondo, tiene la particularidad de que alberga 13 túneles de agua que hay que atravesar al más puro estilo de Indiana Jones para descender al corazón de este espacio. Tampoco hay que perderse una parada ante la espectacular cascada de Los Tilos.









Contemplar las vistas desde el Roque de los Muchachos
Este es otro de los imprescindibles: contemplar el fabuloso espectáculo natural que se extiende a los pies del Mirador del Roque de los Muchachos, ubicado en el punto más alto de esta isla canaria, a 2426 metros sobre el nivel del mar, lugar desde donde científicos de todo el mundo escudriñan el universo en los potentes telescopios del Observatorio del mismo nombre, uno de los más importantes del mundo. Desde aquí se tienen unas inmejorables vistas sobre el colindante Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, uno de los cuatro Parques Nacionales de las Islas Canarias, el paisaje volcánico y la inmensidad del Atlántico.






Bañarse en las mansas y transparentes aguas de Charco Azul
Las piscinas naturales son una particularidad -y gran reclamo- de esta isla canaria. Una de las más famosas se encuentra en el municipio de San Andrés y Sauces y responde al bonito nombre de Charco Azul. Entre la inmensidad del océano y rocas volcánicas, la naturaleza ha logrado la proeza impresionante de atrapar estas aguas de color turquesa donde bañarse tranquilamente y con la comodidad de disponer de todos los servicios.






Fotografiar la arquitectura tradicional de Santa Cruz de La Palma
La capital de la isla alberga un patrimonio arquitectónico de gran valor, caracterizado por edificios de estilo colonial y llamativos balcones de madera. Plazas y calles cuidadas y con mucho caché redondean el escenario, muy fotogénico, en una localidad llena de encanto isleño.






Descubrir el arte de la sal en Las Salinas
Catalogadas como Sitio de Interés Científico por también ser lugar de nidificación de aves migratorias, Las Salinas de Fuencaliente se asientan sobre uno de los paisajes más bellos de la isla, donde el contraste entre el blanco casi cegador de la sal y el rosa de las charcas con el negro de la roca volcánica es abrumador. Vale la pena visitar estas instalaciones donde conviven tradición y modernas técnicas de extracción en un entorno natural único.






Caminar entre volcanes
En el sur de La Palma, en Fuencaliente, se encuentra el Volcán de San Antonio, lugar de visita obligada durante la escala de tu crucero. Podrás subir hasta el cráter, formado durante las erupciones que tuvieron lugar en la isla de La Palma en 1677, y disfrutar de uno de los paisajes más bonitos de las Islas desde el mirador del volcán. Si bien durante el día este enclave ofrece unas espectaculares vistas al cráter y a las laderas del volcán, por la noche se convierte en una auténtica ventana al universo. Los que deseen aprender un poco más sobre el lugar podrán hacerlo en el centro de visitantes.






Bañarse en una playa de arena volcánica
Una bahía protegida por un rompeolas de roca volcánica que ofrece aguas tranquilas durante todo el año y una enorme riqueza de vida submarina. Así es la playa de Los Cancajos, situada en el este de la isla de La Palma. De cálida arena negra y escaso oleaje, esta playa semiurbana permite practicar buceo en cavernas y hacer snorkel.











