Descubrir más sobre las estrellas o el universo no solo está al alcance de los astrofísicos. Desde las Islas Canarias es posible explorar la Vía Láctea y sus confines con solo levantar la cabeza. La alineación de factores como la ubicación, el clima y unas políticas de preservación pioneras convierten al archipiélago en uno de los mejores puntos del mundo para contemplar la impresionante belleza del firmamento.
Existe consenso entre la comunidad científica a la hora de calificar los cielos de las Islas Canarias como una de las mejores ventanas al universo. Un espacio único que ha sido reconocido por la UNESCO y cuenta con cuatro Reservas Starlight, espacios naturales protegidos desde los que contemplar el cielo nocturno en todo su esplendor. Más de 20 países y 60 organizaciones han instalado sus equipos en los dos observatorios con los que cuenta el archipiélago: el Observatorio del Roque de los Muchachos (La Palma) y el Observatorio del Teide (Tenerife). El mayor conjunto de este tipo de instalaciones no solo de la Unión Europea, sino de todo el hemisferio norte.
El magnetismo que poseen los cielos canarios es imposible de explicar, pero hoy sí que conocemos los secretos que generan su extrema nitidez. La ubicación privilegiada de las Islas permite disfrutar de un clima subtropical regulado por el mar y los vientos alisios, manteniendo los cielos cristalinos casi todos los días del año. Sin embargo, el éxito de toda esta misión no solo es fruto del azar. La conocida como “Ley del Cielo” (la Ley de Protección de la Calidad Astronómica de los Observatorios de Astrofísica de Canarias) fue la primera legislación del mundo en preservar el espacio libre de contaminación lumínica, radioeléctrica y atmosférica, así como regular las rutas aéreas para facilitar la observación.
Pero basta ya de teoría, pasemos a la verdad de los datos. Desde estas tierras se han dado grandes saltos para la astronomía. Se han hallado sistemas planetarios a 40 años luz que podrían albergar agua, se ha podido determinar la estructura de la galaxia FBQS J1644+2619, se ha descubierto la primera enana marrón (llamada Teide-1) o que el Sol tiene frecuencia propia y late cada 5 minutos. Y eso por no hablar de los agujeros negros, los cuales parecen poder apreciarse especialmente bien, teniendo en cuenta que su historia está estrechamente vinculada a estos observatorios. Desde el archipiélago canario se descubrió el agujero negro más lejano, perteneciente a una rara familia de galaxias, entre muchos otros.
De ruta por el cielo
Las Islas Canarias cuentan con infinitas localizaciones desde las que tocar las estrellas y descubrir planetas. Los observatorios se encuentran rodeados de naturaleza, en zonas perfectas para hacer una parada, pero no son el único caso. Las Cumbres de Tenerife o Fuerteventura cuentan también con la denominación de Reserva Starlight. Más allá de estos entornos privilegiados, los numerosos miradores que recorren las Islas también son lugares ideales para contemplar los astros. En La Gomera está el Alto de Garajonay, una atalaya de 1.487 metros con unas panorámicas privilegiadas de constelaciones como Orión, Sagitario o la Osa Mayor. Tauro, en cambio, se deja ver mejor desde el Cabo de Orchilla (El Hierro), el punto más occidental de todo el país. Por su lado, Lanzarote también cuenta con su particular balcón al cielo en las Peñas del Chache.
Pisar otros planetas
Al volver a poner los pies en el suelo, el archipiélago ofrece paisajes que parecen sacados de otra galaxia y que pueden ser explorados con total libertad. Las formas y color rojizo del Timanfaya (Lanzarote) hacen que caminar por este volcán sea como hacerlo por el mismísimo Marte. O el Parque Natural de la Corona Forestal (Tenerife), en el que podemos disfrutar del curioso Paisaje Lunar. De hecho, las célebres playas que esconde la Península de Jandía, al sur de Fuerteventura, son el hogar de Han Solo (el protagonista de Star Wars), según la última entrega de la saga. Otra prueba más de que las Islas Canarias son un destino con unos cielos y una naturaleza de película.