¿Por qué Hollywood se enamoró de las Islas Canarias?

Un plató que no necesita de mucha producción para ser espectacular

Rambo, Perseo, Moisés, Wonder Woman, Dominic Toreto o Jason Bourne tienen mucho más en común además de protagonizar varias películas. Aunque no lo parezca, todos ellos han vivido parte de sus aventuras en las Islas Canarias. La variedad y singularidad de paisajes han permitido al archipiélago interpretar lugares tan variados como Atenas, Casablanca, Arizona, el desierto del Sinaí, el Amazonas, Babilonia e incluso otros planetas.

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Solo en 2018 el archipiélago acogió 71 producciones audiovisuales. Pero lejos de ser una moda, el magnetismo que tienen las Islas Canarias con el séptimo arte viene de lejos. Y, como en todas las películas románticas de Hollywood, el destino jugó un papel crucial en la historia. Todo empezó en las navidades de 1955, cuando John Huston y su equipo aterrizaron en Gran Canaria. Su único objetivo: terminar por fin la primera gran superproducción cinematográfica de Moby Dick. El director, un obseso de la fotografía y el color, quería las tonalidades grises de las costas de Nantucket, sin embargo, este había renunciado a su nacionalidad americana como protesta a la persecución que sufría su sector a manos del senador McCarthy. Con esta opción descartada, Hutson eligió el sur de Irlanda. Allí, el mar y el tiempo dificultaron enormemente el rodaje, forzándoles a buscar una alternativa de última hora. Por suerte para el equipo, la playa de Las Canteras bordó el papel, cambiando su típico clima soleado por otro más similar al irlandés. El éxito fue tal que los mares canarios fueron elegidos de nuevo para grabar En el corazón del mar, la readaptación realizada por Ron Howard en 2015.

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Los paisajes canarios también forman parte de algunos de los universos cinematográficos más aclamados por el público internacional. Gran parte de Eternals, uno de los últimos filmes del universo Marvel fue rodada entre Fuerteventura y Lanzarote. Esta superproducción trajo a Angelina Jolie, Salma Hayek y la galardonada directora Chloé Zhao a la playa de La Solapa, al barranco de Las Peñitas y (ALERTA SPOILER) al volcán de El Cuervo (FIN DEL SPOILER). Pero el de estos superhéroes no es el único caso. Fuerteventura también es la tierra natal de Han Solo. Tal y como se puede ver en el spin-off realizado en 2017, este personaje de Star Wars creció entre parajes ambientados en el Parque Natural de Jandía. Algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que el archipiélago cuenta con uno de los cielos más limpios de Europa.

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No solo en cines. Las islas también son perfectas para disfrutar en capítulos. Series nacionales como Hierro, Sky Rojo o La Templanza transcurren aquí. Incluso La que se avecina, la comunidad más famosa de la televisión, ha pasado unos días de vacaciones en las Islas Canarias. Pero el archipiélago también es el escenario de series internacionales. Doctor Who, algunos capítulos de Black Mirror y Perdidos, la serie finlandesa The Peacemaker o The Witcher, grabada en gran parte en Gran Canaria, La Gomera y La Palma, son solo algunos ejemplos. Mención aparte merece Walter White que, sin haber pisado estas tierras, trata de instruir a sus alumnos citando a Tenerife al inicio de la tercera temporada de Breaking Bad.

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La variedad de paisajes y localizaciones no es la única faceta de las Islas Canarias. El sol juega una parte esencial para que triunfen en la industria audiovisual. El mejor clima del mundo permite a los directores de fotografía trabajar con tonalidades más vivas sin necesidad de tantos retoques de estudio. Aunque no todo se trata de la luz. La estabilidad de las temperaturas alrededor de los 22ºC y las escasas precipitaciones durante gran parte del año permiten a los equipos optimizar tiempos de rodaje sin salir de Europa. Y, por último, pero no menos importante: la industria. Este goteo de producciones de cine, series o publicidad durante décadas han hecho cristalizar en el archipiélago un sector de servicios especializados en este tipo de contenidos.