Paz, escenarios paradisiacos y naturaleza única: así se celebra el amor en la más pequeña de las Islas Canarias.
Esta pequeña isla atlántica, de apenas 700 habitantes y 29 kilómetros cuadrados que forma parte del Parque Natural del Archipiélago Chinijo, es sin duda la mejor elección para una pareja de recién casados. Un lugar paradisiaco, donde reina la paz, rodeados de naturaleza virgen, con playas de arena blanca bañadas por aguas transparentes, color turquesa… Sí, ese lugar idílico en el que celebrar tu luna de miel existe, así que prepárate para descubrir uno de los más hermosos tesoros de las Islas Canarias.
Y por si esto fuera poco, desde La Graciosa podrás divisar increíbles vistas de la vecina isla Lanzarote mientras saboreas un exquisito pescado fresco junto al mar. También disfrutar de paseos románticos por sus calles aún sin asfaltar mientras contemplas las estrellas, o alquilar unas bicis y pedalear junto a tu pareja en una divertida excursión por la isla. Todo ello bajo el clima perfecto del archipiélago canario, para que nada estropee esos inolvidables días en cualquier época del año. Miles de momentos que quedarán inmortalizados en vuestro álbum de boda.
Te recomendamos estos 5 imprescindibles para disfrutar de una perfecta luna de miel. ¡Vamos allá!
Tomar el sol sobre la fina arena blanca de La Francesa
Situada en el sur de la isla, es conocida por su amplia orilla de fina arena blanca y sus aguas transparentes y turquesas, un paraíso para quienes practican el snorkel. Pero también destaca por sus espectaculares vistas a los Riscos de Famara, en cuya cima se encuentra el Mirador del Río. A la playa de La Francesa se puede acceder a pie a través un agradable sendero de arena o en catamarán que parte del pueblo marinero de Órzola, en Lanzarote.
Disfrutar de la paz y la soledad… y tomar buenas fotos
En el norte de La Graciosa, donde el mar es más bravo, encontramos Las Conchas, una amplia playa también de fina arena blanca y alejada de la civilización. Tranquilidad garantizada en un lugar donde tendrás la sensación de vivir las aventuras de Robinson Crusoe. Impresiona en este paraje el volcán de Montaña Bermeja, al que merece la pena subir para contemplar espectaculares vistas de la isla y de Montaña Clara y Alegranza, islotes que también forman parte del Parque Natural. Y sí, es el lugar perfecto para sacar las mejores fotos del viaje.
Sentirse como una pareja de película paseando en barco
Ya sea desde Lanzarote o desde Caleta de Sebo, uno de los dos pequeños núcleos de población de La Graciosa, es imprescindible aventurarse a bordear la isla en barco. Los paseos por la costa sur son los más recomendables, pues allí el mar está normalmente en calma, para observar la costa norte de Lanzarote.
¿Os atrevéis a bucear?
Puedes optar por leer, tomar el sol o descansar en las playas de La Graciosa… pero si sois una pareja más activa también es una opción sumergirse en las cristalinas aguas de la isla y bucear en una de las tres Reservas Marinas de las Islas Canarias. En los fondos encontramos abundantes cuevas y túneles, y una rica diversidad de especies de fauna y flora marina. Entre las primeras destacan los medregales, jureles, morenas negras o las langostas canarias.
Dormir con toda la tranquilidad del amor
Pasar una o varias noches en alguno de los confortables alojamientos del tranquilo núcleo de Caleta de Sebo, muy cerca de la playa, es una experiencia increíble. Entre ellos, uno de los más conocidos es el de Pedro Barba. Tras una exquisita cena al borde del mar, qué pareja de enamorados no querría disfrutar de un tranquilo paseo con la única compañía del vaivén de las olas y el silencio de la noche. Es como si el tiempo se detuviera.