Las mejores playas y piscinas naturales de El Hierro

El negro y rojizo de sus tierras volcánicas, el verde de sus bosques y el turquesa de sus aguas confieren a esta isla una singular belleza. Declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, El Hierro cuenta con menos playas que el resto de las Islas Canarias, pero muchas de ellas resultan fascinantes por su estado prácticamente virgen y su enigmático entorno. Estas son algunas de las mejores playas de El Hierro.

La Restinga

Los amantes del submarinismo encontrarán aquí un paraíso y podrán descubrir, a través de sus 46 puntos de inmersión, un fondo con una gran biodiversidad marina y una riqueza excepcional. Destaca la Reserva Marina de La Restinga –con 10 puntos de inmersión–, una zona de aguas protegidas con grandes profundidades donde existen acantilados, plataformas arenosas y cuevas. En la playa de La Restinga, situada en el pueblo marinero del mismo nombre, encontrarás tranquilas aguas cristalinas, apenas sin oleaje, ideales para ir con niños. Además, la comodidad de tener cerca todos los servicios y comodidades, hacen de ella una de las mejores opciones para pasar una divertida jornada en familia. También cuenta con una plataforma de acceso para personas con movilidad reducida.

Cala de Tacorón

Pese a sus pequeñas dimensiones, presume durante todo el año de un Atlántico tranquilo. Por algo a esta parte del océano se llama Mar de las Calmas. Además de disfrutar de relajantes baños, esta cala también ofrece un espectáculo que repasa toda la paleta cromática, desde los azules del agua al negro volcánico, pasando por los ocres y los rojos. Con marea vacía, la cala aumenta sus atractivos. Su curiosa cueva de picón da el contraste de sombra en un rincón de la isla con sol garantizado y atardeceres de ensueño. Además, muy cerca de esta pequeña playa se encuentran unas magníficas piscinas naturales, que también disponen de restaurante.

Charco Azul

Esta paradisiaca piscina natural situada en el majestuoso Valle de El Golfo, es un enclave virgen resultado de las múltiples formas que dejó la lava. Se trata de una de las zonas de baño más espectaculares de la isla más occidental del archipiélago canario. En el Charco Azul podremos disfrutar de un placentero baño en sus aguas turquesas resguardadas del imponente océano, que deja su huella con su rompiente de espuma blanca y relajante sonido. En definitiva, una de las mejores muestras de los caprichos que solo la naturaleza es capaz de crear.

La Maceta

Otra piscina natural imprescindible, ubicada en El Golfo. Este rincón reúne los grandes atractivos de El Hierro: sol, lava y mar. Un regalo para los sentidos donde relajarse con un placentero baño en un paraje natural con cómodas zonas para gozar del sol. Sus charcos de diferentes tamaños están protegidos del oleaje, por lo que es una piscina ideal para disfrutar en familia. Además, resulta fácil llegar en coche y hay una amplia zona de aparcamiento. Con barandas de metal, solárium y escaleras, este paraje es una de las principales zonas de baño de El Golfo.

Charco de los Sargos

Cerca de las piscinas naturales de La Maceta se encuentra el Charco de los Sargos, en un entorno virgen y rocoso. Al pie del acantilado, el mar adopta tonalidades singulares y el baño se convierte en una experiencia única en un paisaje salvaje de gran belleza volcánica.

Cala de Timijiraque

Una playa de arena negra y aguas cristalinas que guarda los restos de unas antiguas salinas, aunque actualmente solo pueden apreciarse unos muros. Esta playa, al igual que más de la mitad del territorio de la isla, está situada en un espacio natural protegido, y en ella se encuentran importantes afloramientos de la serie geológica antigua. Su interesante fondo marino la convierte en una elección habitual entre los amantes del buceo. De fácil acceso, ya que también se puede llegar en transporte público, dispone de servicio de aparcamiento.

Charco Manso

Uno de los lugares más mágicos de El Hierro. Enclavado en la costa basáltica, este paraje cuenta con una serie de pozos, cuevas de lava y arcos naturales sobre los que bate el mar formando chorros de agua parecidos a los géiseres, una estampa de hipnótica belleza. La zona de baño se encuentra en una cala de aguas cristalinas y tranquilas acondicionada con un solárium.

Tamaduste

Una pequeña playa de aguas cristalinas y arena negra volcánica. Es una buena opción para disfrutarla con niños debido a la tranquilidad de sus aguas. En uno de los laterales de la bahía se suceden diversas rampas y escaleras frecuentadas por los más jóvenes para lanzarse al mar. Esta amplia y coqueta playa mantiene intacto su encanto y es una de las panorámicas más fotografiadas de la isla uniendo el paisaje urbano con la montaña y el mar.

El Verodal

Fascina a los visitantes por su singular belleza debido, sobre todo, al color rojizo de su arena volcánica y a los imponentes acantilados que rodean la playa. Al igual que el resto de la isla, esta zona se caracteriza por su costa escarpada, conformando una idílica estampa. Además, El Verodal está situada en un paraje prácticamente virgen, por lo que es ideal para todas aquellas personas que quieren estar en contacto con la naturaleza. Así pues, a pesar de que las fuertes corrientes de sus aguas desaconsejan el baño, vale la pena conocer esta playa y disfrutar de un paisaje realmente espectacular.

Arenas Blancas

La arena de esta playa está formada principalmente por fragmentos de conchas de moluscos marinos que le otorgan su característico color blanquecino, la única de la isla cuya arena es de este color, de manera que solo por eso merece la pena una visita. La forma de la costa, el oleaje y las corrientes marinas han propiciado la formación de esta playa sobre una plataforma de lavas recientes. Prácticamente virgen y poco concurrida, carece de servicios, pero es ideal para disfrutar de su belleza natural y de una tranquila jornada playera.