Termina la temporada y los profesionales del deporte ya tienen preparada su rutina de entrenamiento para los meses de invierno pero, ¿por qué muchos eligen cambiar el cielo gris por el sol de Canarias para entrenar?
Los mejores eligen Canarias
Team Jumbo-Visma, Patrick Lange, Sifan Hassan, Anders Mol, Christian Sørum, Adam Peaty, son solo algunos de los atletas que han elegido el Archipiélago para realizar su pretemporada o prepararse para su participación en unos Juegos Olímpicos, y lo han hecho por sus condiciones únicas: la variedad de escenarios y paisajes, instalaciones de alto nivel, la altitud, la conectividad aérea… pero sobre todo por ofrecer el mejor clima del mundo en el invierno europeo.
Entrenar al aire libre todo el año
El archipiélago canario tiene el privilegio de ser uno de los destinos europeos con la climatología más estable durante todo el año, con temperaturas que rondan los 23º de media en verano y 19º en invierno. Además, cuenta con mayor número de horas de sol que la media, sin duda, un factor muy valioso a tener en cuenta a la hora de elegir un destino como base de entrenamiento, especialmente en esas épocas del año en las que entrenar al aire libre se convierte en un reto imposible.
Mientras en otras latitudes comienza el invierno y con él las bajas temperaturas, en Canarias es posible entrenar en situaciones de temperatura y humedad controladas, con una media estable de horas de luz solar. Esto permite que los deportistas no se vean obligados a interrumpir su programa de entrenamiento por la climatología, como sí sucede en otros destinos, en los que mantener una rutina deportiva al aire libre resulta imposible durante varios meses al año.
¿Cómo afecta el clima al rendimiento deportivo?
La climatología estable beneficia a los deportistas profesionales porque entre otros factores, entrenar en destinos en los que predominan las bajas temperaturas conlleva riesgos para el rendimiento deportivo como el aumento de probabilidad de lesiones por la contracción que produce en los músculos, haciendo que se sobrecarguen en exceso.
Además, desempeñar una actividad deportiva con un descenso en la temperatura corporal condicionada por el clima, disminuye inevitablemente la temperatura de los músculos, lo que produce calambres y molestias y dolores musculares.
Por el contrario, hacerlo en lugares como Canarias, con temperaturas suaves y prolongadas horas de sol, con 4.800 horas al año, mejora el flujo sanguíneo, alimentando y reparando las fibras musculares. Además, la resistencia y la capacidad del deportista para economizar la energía y recuperarse mejoran notablemente con el tiempo.
El poder del sol
Está demostrado que la luz solar influye directamente en la secreción de la vitamina D, una sustancia imprescindible para la salud de nuestra estructura ósea y para la secreción de la serotonina, la hormona relacionada con el bienestar emocional. Tal es así que se tiene constancia de que, en lugares con menos horas de luz solar, al generarse menos serotonina, hay más tendencia a la apatía y la desgana. Y en un deportista, si hay algo que no puede faltar es la motivación y las ganas...
Entrenamientos de altura
Esta estabilidad climática, unida a una orografía escarpada como la de las Islas Canarias, posibilita a los deportistas realizar además entrenamientos en altura, una práctica fundamental para mejorar su rendimiento. Para ello, se desplazan a zonas que se encuentren a más de 1.500 metros de altura sobre el nivel del mar como el Parque Nacional del Teide en Tenerife o el Pico de Las Nieves en Gran Canaria, para entrenar en un contexto de baja concentración de oxígeno o hipoxia. Haciéndolo, someten a su cuerpo a unas condiciones que les permite rendir mucho más al volver a niveles normales de altitud y en Canarias, es posible pasar del litoral a la cumbre en menos de 100 kilómetros, sin experimentar cambios extremos en las temperaturas.
Ciclistas, nadadores, atletas... los mejores deportistas del panorama deportivo nacional e internacional escogen Canarias como destino de entrenamiento, dejando atrás las nubes y el frío para sentir el calor de un sol que brilla prácticamente todo el año, ¿necesitas más motivos para entrenar aquí?