Las Islas Canarias se asientan sobre un mar de agua procedente del océano Atlántico especialmente rica en sodio. Es una de las mejores aguas termales del mundo y, por la naturaleza volcánica de las Islas, también es de las mejores aguas mineromedicinales.
Así, el archipiélago canario es el lugar ideal para realizar tratamientos de talasoterapia, que consisten en la utilización del agua del mar y otros recursos marinos, como algas y barros, combinados con la exposición al aire libre y los rayos del sol para mejorar la salud. La talasoterapia favorece la desintoxicación del cuerpo, mejora el funcionamiento gástrico e intestinal, activa la circulación y disminuye el ritmo de las contracciones cardíacas.
Además, la calidad del agua del mar canario es excelente y sus playas son consideradas auténticos spas al aire libre. Por ese motivo, han conseguido numerosas banderas azules, el distintivo europeo que garantiza que el agua está limpia y cumple las condiciones ambientales, además de otras exigencias.
EL AGUA
El agua marina contiene los 89 elementos presentes en nuestro organismo y libera sustancias antivirales, antibacterianas y hormonales.
TALASOTERAPIA
Los tratamientos de talasoterapia aportan minerales tan valiosos como el yodo, el calcio, el fósforo, el potasio, el magnesio, el cobre, el cinc, el flúor, el silicio… además de vitaminas, aminoácidos y otras sustancias que protegen la salud y retrasan los procesos de envejecimiento.
BAÑARSE EN EL MAR
Bañarse en agua de mar favorece la eliminación de líquidos y evita el insomnio, además de ser muy eficaz contra afecciones de la piel como la dermatitis, el acné, la psoriasis, heridas...
EL AIRE MARINO
En la franja del litoral, la brisa marina está cargada de iones negativos que detoxifican y relajan. Este aire llega repleto de sales minerales y actúa a modo de spray beneficioso para el sistema respiratorio y la piel.