Deportistas como Rafael Nadal o el triatleta Antón Ruanova combaten la deshidratación y los calambres bebiendo agua de mar filtrada y numerosos estudios apuestan por la talasoterapia como complemento en la recuperación deportiva. Y es que, desde hace siglos, se ha hablado del mar y sus propiedades curativas como fuente directa de salud.
Aliado del entrenamiento y la recuperación
Ya lo decía el poeta griego Eurípides: “El agua de mar cura todos los males del hombre”.
En este sentido, las Islas Canarias se convierten en el destino ideal para el entrenamiento y la recuperación de un deportista de alto nivel. Aguas mineromedicinales ricas en nutrientes, brisa marina cargada de sales minerales e iones negativos, y especialmente, la luz solar y sus innumerables beneficios, son la combinación perfecta para volver a sentir la energía necesaria para afrontar su siguiente reto.
Debemos recordar que las horas de sol están muy vinculadas a la producción de la serotonina, un neurotransmisor necesario para dormir bien y mantener el buen humor que dará un empujón a nuestra fuerza mental y nos ayudará a vencer las dificultades.
Sol y brisa marina para la felicidad
Y es que el sol es una gran fuente de vitamina D, que ayuda a absorber mejor el calcio y fortalecer los huesos y de endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad, que ayudan a reducir los dolores y producen sensación de felicidad.
Por otro lado, la brisa marina limpia los pulmones y mejora su funcionamiento debido a su alto contenido en sales minerales, que ayuda a respirar y reduce enfermedades respiratorias y los síntomas de patologías como el asma.Además, el yodo que se encuentra en ella es un bactericida natural que ayuda a eliminar infecciones relacionadas con el sistema respiratorio y ocular.
Sumergirnos y disfrutar del mar puede ayudarnos también a mejorar nuestro rendimiento físico. Por ejemplo, podemos conseguir un aumento de nuestra potencia y fortaleza muscular, una mejora de nuestra circulación sanguínea, un fortalecimiento de nuestros huesos…
El sol es una gran fuente de vitamina D, que ayuda a absorber mejor el calcio y fortalecer los huesos y de endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad
Beneficios de entrenar en el mar
Los vaivenes que producen las corrientes, olas y mareas, hacen que el deportista se encuentre con una resistencia mayor en el agua, proporcionándole un mayor desempeño a la hora de nadar. Este incremento produce una acción muscular mayor, y por ende un aumento en el rendimiento, ya que se trabajarán mejor las articulaciones y músculos de su cuerpo.
Entrenar en agua salada reduce además el riesgo de lesiones, ya que el agua es uno de los mejores medios para la práctica deportiva por su efecto amortiguador y el menor impacto que produce en articulaciones y músculos en comparación al entrenamiento en otras superficies. Si a esto le añadimos que la densidad del agua salada es mayor que la del agua dulce, los riesgos de lesión se minimizan.
Además, el mayor índice de flotabilidad que tiene el agua salada permite al deportista mantener una postura adecuada de natación, haciendo que la colocación de su columna sea más precisa.
Los vaivenes que producen las corrientes, olas y mareas, hacen que el deportista se encuentre con una resistencia mayor en el agua, proporcionándole un mayor desempeño a la hora de nadar.
Nadar en una Reserva Marina
Si a eso le añadimos que existen pocos lugares en el mundo donde se puede entrenar al más alto nivel en un enclave catalogado como Reserva Marina, el privilegio es impagable.
Esto sucede en la Reserva Marina Punta de La Restinga - Mar de Las Calmas, en una isla que además es Reserva Mundial de la Biosfera: El Hierro.
El Mar de las Calmas es característico por tener el 95% de sus cristalinas aguas en reposo durante prácticamente todo el año y su temperatura estable, que a comienzos de otoño ronda los 21-23º.
Es además escenario de una de las travesías a nado más populares en el Archipiélago: la Travesía Las Calmas, que recorre el litoral del suroeste de la Isla y transita por el Mar de Las Calmas, entre el Faro de Orchilla y La Restinga, se adentra en la punta de Tifirabe, en Tacorón y en el corazón de la Reserva, la Bahía de Naos.
El mar que rodea Las Islas Canarias es, por tanto, el aliado perfecto para cualquiera que desee mejorar su rendimiento deportivo, completando un destino que reúne todas las condiciones necesarias para los más exigentes profesionales del deporte.