Gracias a las bondades del clima y los suelos volcánicos, el aloe vera que crece en las Islas Canarias tiene mejores cualidades que el de otros lugares. Los antiguos aborígenes ya conocían sus propiedades curativas: es calmante, cicatrizante, antiséptico natural, antialérgico… Hoy en día se comercializa en las Islas en multitud de formatos, convirtiéndose en todo un icono canario para cuidarte mejor.



Desde la Antigüedad
El aloe vera, como se conoce a la planta Aloe barbadensis, es originario del norte de África y de los archipiélagos macaronésicos de Canarias, Cabo Verde y Madeira. Desde la Antigüedad, esta planta es citada en distintos tratados, como el papiro de Ebers (año 1500 a. C.) con textos sobre medicina egipcia, donde se describen una docena de remedios con aloe vera.
Es una de las cientos de especies de plantas autóctonas de las Islas Canarias, y sus propiedades curativas y beneficiosas para la salud ya eran conocidas por los aborígenes. Tras la conquista y posterior colonización del archipiélago, esos conocimientos fueron transmitidos generación tras generación gracias a los yerberos y a quienes, como los pastores, conocían el territorio a la perfección y la vegetación que en ella crece.
El testimonio de viajeros
Cristóbal Colón la habría llevado a América desde Canarias, y numerosos viajeros europeos de siglos posteriores se fijaron en la planta y dejaron constancia de ella en sus escritos. El marino escocés George Glas, en su “Descripción de las Islas Canarias” (1764), elogia el clima de las Islas como “extraordinariamente sano, y los nativos gozan de salud y longevidad mayores que en cualquier otro país del mundo”, y cita, entre las especies vegetales que crecen espontáneamente y sin cultivo, a los “áloes en matas”. El francés conde de Poudenx, tras un viaje científico al archipiélago a principios del siglo XIX, describe la zona vitivinícola del Monte Lentiscal en Gran Canaria junto a unos “montes volcánicos cubiertos de cactus y de aloes”.
Propiedades únicas
A esta pequeña planta perenne que se cosecha todo el año, y que alcanza una altura que va de los 30 cm a poco más de un metro, se le aplican labores habituales de la agricultura ecológica: libre de pesticidas, herbicidas y fertilizantes. Por ello, no solo se aprovechan sus propiedades tópicas, cicatrizantes o como protectora frente a radiaciones solares y quemaduras, sino que también se consume vía oral, ya que reduce el nivel de colesterol y glucosa en sangre, y regula la tensión arterial. Además, sus numerosas propiedades han sido avaladas en los últimos años por publicaciones científicas, que hablan de su acción protectora del tracto gastrointestinal.
Ventajas del aloe de las Islas Canarias
El aloe vera contiene 18 de los 22 aminoácidos presentes en el organismo humano, entre ellos siete de los ocho que se consideran esenciales. También incluye un regenerador celular natural: el acemanano. Se trata de un polisacárido con propiedades inmunoestimulantes, antivirales, antineoplásicas y gastrointestinales que, en las Islas Canarias, destaca por contener cuatro veces más cantidad que su mayor competidor, el aloe vera americano.
Las propiedades terapéuticas del aloe vera están determinadas por la acción conjunta de sus 200 componentes. Entre los estudios sobre el aloe vera de las Islas, se señala que la planta que se cultiva en el archipiélago está dotada de mejores propiedades que la cultivada en otros lugares del planeta, debido a una mayor concentración de aloína.

Aloe vera en distintos formatos
La oferta de las empresas farmacéuticas y cosméticas de las Islas Canarias incluye un amplio abanico de productos elaborados con aloe vera cultivado en el archipiélago, indicados para un mejor cuidado de nuestro cuerpo. Los más habituales son cremas y geles con una amplia variedad de usos, champús, protectores solares y, para ingerir, jugo puro.