Algunas especies animales que te sorprenderán en las Islas Canarias

En Canarias hay 17.107 especies terrestres y 7.150 marinas, que conviene en un entorno natural que cuenta con 7 Reservas de la Biosfera. ¿Cuáles son las especies más sorprendentes?

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En las Islas Canarias existe una gran diversidad de especies animales y vegetales. El Banco de Datos de Biodiversidad de Canarias tiene registradas 17.107 especies terrestres y 7.150 marinas, de las que aproximadamente el 27 % son endémicas, es decir, exclusivas de un ámbito geográfico reducido y, por tanto, deben estar sometidas a protección ya que su desaparición supondría la extinción de esas especies en todo el planeta. 

Canarias es la zona de España que cuenta con mayor número de endemismos, con más de 4.200 especies, siendo en el medio terrestre donde encontramos la práctica totalidad. Uno de los grupos de animales con mayor proporción de especies endémicas de Canarias son los reptiles. Concretamente, encontramos 18 especies endémicas de lagartos, entre los que destacan el lagarto gigante de Gran Canaria que debe su apodo a los 80 centímetros de longitud que puede alcanzar. Este reptil tiene un cuerpo ancho de tonalidades verdosas y grisáceas, dependiendo de la zona y de su proceso de adaptación al hábitat. 
También el lagarto gigante de El Hierro puede llegar a medir 60 centímetros y se encuentra en peligro de extinción, por lo que desde hace décadas se lleva a cabo un plan para su recuperación.

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Entre las aves son varias las especies que solo habitan en Canarias. Una de ellas es el pinzón azul de Tenerife, también conocido como pinzón del Teide, un endemismo exclusivo de la isla y uno de sus símbolos más representativos. Los machos son de color azul, de ahí proviene su nombre, mientras que las hembras son de color gris. Estas aves tienen un cuerpo robusto acompañado de un pico pequeño pero grueso. También podemos destacar las dos especies de palomas endémicas de Canarias, la turqué y la rabiche, que viven exclusivamente en el ámbito de la laurisilva. Precisamente, la paloma rabiche -robusta y de colores llamativos- es uno de los símbolos representativos de La Gomera.

El murciélago orejudo es uno de los mamíferos endémicos de las Islas Canarias. Debe su nombre a las dimensiones de sus orejas, que pueden llegar a medir hasta cuatro centímetros siendo su cuerpo de tan solo cinco centímetros. Los ejemplares jóvenes de la especie tienen un pelaje más oscuro que los adultos. Son animales nocturnos que han perdido casi por completo el sentido de la vista y han desarrollado una capacidad con la que calculan la distancia a los objetos a través de la emisión de ultrasonidos y la interpretación del eco de los mismos. Esta peculiar habilidad se denomina ecolocación y solo la poseen otros dos mamíferos, los delfines y los cachalotes, además de algunas aves. En el planeta, este murciélago está presente únicamente en las islas de Tenerife, La Palma y El Hierro.
Canarias también cuenta con un crustáceo propio. Se trata del cangrejo ciego, endémico de la isla de Lanzarote, aunque las mayores densidades de población se encuentran en los Jameos del Agua por lo que también se le conoce como jameíto. El cangrejo ciego es una especie única en el mundo y presenta características muy especiales, como su color totalmente blanco debido a la ausencia de pigmentación. Otra peculiaridad son sus ojos pequeños, que también carecen de pigmentos.

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Estos son solo algunos ejemplos de las muchas especies endémicas que forman parte de la rica biodiversidad del archipiélago canario. Buena muestra de la importancia de esta riqueza natural son las numerosas visitas de naturalistas y científicos interesados en conocer las peculiaridades del paisaje y las diferentes especies que habitan en las Islas Canarias. Pero, a pesar de la presumible buena salud de la biodiversidad canaria, no hay que bajar la guardia en el cuidado y preservación de la misma para evitar la desaparición de especies. Así lo señala Luis Suárez, coordinador de Conservación de WWF España: «En Canarias, en torno al 5 % de las especies de fauna están amenazadas, existiendo grupos concretos de animales en los que esta proporción llega hasta el 80 % de sus integrantes. A nivel mundial, en menos de 50 años hemos perdido el 60 % de las poblaciones de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos del planeta. La degradación de hábitats y la sobreexplotación son las principales amenazas, sin olvidarnos de las especies exóticas invasoras; pero el “gran enemigo” es el cambio climático, que cada vez ejerce una mayor presión sobre la vida».

Para revertir esta situación, WWF trabaja para situar la conservación de la naturaleza en el centro de la agenda política: «Nos hemos marcado el objetivo de revertir la curva de pérdida de biodiversidad y de que todos los seres humanos vivamos con dignidad. Para ello, pedimos que se impulsen planes de recuperación de especies amenazadas, se declaren nuevos espacios naturales protegidos -sobre todo en el medio marino- y se haga frente a amenazas concretas como las especies exóticas invasoras», concluye Suárez.