Cómo viajar a las Islas Canarias pensando también en preservar su magia, su naturaleza, su esencia
El registro de temperaturas récord en diferentes puntos del planeta, intensos episodios de gota fría, lluvias torrenciales que provocan inundaciones y desprendimientos, devastadores tornados, violentos incendios… Es evidente que la climatología mundial está experimentando profundos cambios, que ocasionan estos fenómenos ambientales que sacuden las ciudades y arrasan los entornos naturales que los sufren.
A pesar del discurso de algunos negacionistas, la ciencia apunta a la acción humana como responsable del cambio climático debido, sobre todo, a las emisiones de CO2. Por ello, varias ONG, organizaciones y activistas como Greenpeace, Ecologistas en Acción, WWF España o Juventud por el Clima –por citar solo algunas– han pedido que se declare el “estado de emergencia climática” para concienciar sobre la situación de crisis ambiental existente y la aplicación de medidas para reducir estas emisiones a cero en un plazo determinado.
Más allá de las grandes políticas ambientales, cada uno de nosotros podemos contribuir a la preservación del medioambiente con nuestro comportamiento. Por ello es importante que, también a la hora de viajar, adoptemos unos simples hábitos de sostenibilidad para conservar el entorno en buen estado y reducir así nuestra huella ecológica.
Recoger todos los residuos
Durante nuestra estancia en un paraje natural –ya sea playa o montaña–, podemos generar todo tipo de residuos: latas, colillas, envases, etc. Cada uno es responsable de sus propios residuos, por lo que, antes de seguir con nuestra ruta, tenemos que echar un vistazo al entorno para asegurarnos de que nos llevamos toda la basura y la tiramos en el contenedor adecuado.
Cuidado con las bolsas de plástico
Si llevas parte de tus cosas en bolsas de plástico, recuerda recogerlas siempre antes de irte. Un truco para evitar que vuelen y vayan a parar al agua o acaben perdidas en las ramas de un árbol es rellenarlas con un poco de arena o piedras. De todas maneras, es mucho más sostenible usar bolsa de tela, papel o biodegradables.
Evita el fuego
Con las condiciones climáticas actuales, con el calor y la sequía extrema, queda totalmente prohibido encender fuego en el bosque. Más allá de las llamas, cualquier chispa o brasa mal apagada puede provocar un incendio y arrasar la masa forestal. Por ello, nunca tires una colilla en el bosque ya que, aunque creas que está apagada, puede generar un desastre.
Evita también encender hogueras en la playa ya que, además de ensuciar la arena con los restos de cenizas, también representan un severo riesgo de incendio debido a las plantas secas que pueden poblar la arena.
No te olvides el cenicero
Si no puedes evitar fumar en la playa, llévate un cenicero portátil para recoger los restos de los cigarrillos. No olvides que las colillas son muy contaminantes.
La arena y las piedras son parte del ecosistema. Déjalas donde están
A veces, podemos estar tentados de llevarnos arena de la playa o rocas de la montaña como recuerdo. Aunque pueda parecer un gesto inofensivo, este hecho altera el ecosistema, sobre todo teniendo en cuenta que cada día pasan por los parajes naturales de las Islas Canarias miles de personas. Hay que recordar que las piedras y la arena no son un souvenir y está prohibido llevárselas.
Usa cremas solares no contaminantes
Existen cada vez más cremas solares que no contaminan el agua y, por lo tanto, preservan la vida del fondo marino. Apuesta por este tipo de protectores que beneficiarán tanto a tu piel como a la fauna y la flora del mar.
Participa de forma voluntaria en las tareas ambientales
Participar en jornadas de limpieza y recogida de residuos de las playas o apuntarse a actividades de reforestación son excelentes iniciativas para colaborar en la preservación del medioambiente. Infórmate de estas acciones y participa en ellas siempre que puedas.
En la medida de lo posible, evita el coche
Recomendamos movernos –siempre que podamos– paseando, en bicicleta o en transporte público. De esta manera haremos ejercicio, podremos descubrir bellos rincones y ayudaremos a reducir las emisiones de CO2 en la atmósfera.