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Fuerteventura siempre ha sido conocida por sus playas con aguas cristalinas, por sus dunas de Corralejo, sus olas, etc. Es un lugar en el que cada uno de sus rincones te enamora, un pequeño paraíso al que siempre quieres volver.
He tenido la suerte de admirar, en más de una ocasión, sus increíbles paisajes, pero como he dicho antes, Fuerteventura tiene algo que te atrapa. Por eso mismo, siempre es una buena opción ir a desconectar a la isla majorera. Era momento de volver a disfrutar de ella, pero esta vez quería ver algo diferente y hacer una ruta que no hubiese hecho antes.
Se me ocurrió la idea de conocer los faros que tiene la isla. Desde pequeña me ha encantado contar el intervalo de sus destellos luminosos y me ha fascinado como una luz, silenciosa pero potente, es capaz de orientar en la noche a los navegantes.
Bolígrafo y libreta en mano. ¡Vamos a preparar nuestra ruta!
Apunté todos los faros de la isla y el lugar exacto dónde se encontraban, así podría organizarlos para verlos en orden. Finalmente decidí que comenzaría por la zona norte y terminaría en el sur, concretamente en la península de Jandía. Visitaría exactamente seis faros y aunque yo decidí verlos todos en un día, la ruta se podría hacer en dos. De esta forma, podrán disfrutarlos más relajados y no tendrán que conducir mucho en un mismo día, ya que la distancia en línea recta entre el primer faro y el último es de 136 kms.
¿Están preparados? ¡Vamos a comenzar! ¡Acompáñenme!
Faro del Tostón (El Cotillo, La Oliva)
La ruta la empezamos desde muy temprano ya que nos queda un largo camino por delante y queremos disfrutarlo al máximo. En mi caso, el punto de partida es Corralejo.
Nos dirigimos a nuestra primera parada, el Faro del Tostón. Se encuentra a 5 kms del pueblo El Cotillo, concretamente en Punta Ballena. En el pueblo hay señales que te indican el camino, por lo que no tiene pérdida.
Al llegar hay un parking donde podrás dejar el coche. Debo decir que el lugar me encantó y superó con creces las expectativas que llevaba. El contraste de los colores rojo y blanco del faro con el azul del cielo y el mar, me enamoró. El entorno y el paisaje son increíbles. Alguna pega que podría destacar sería la cantidad de turistas que lo están visitando. Este pequeño detalle roba parte de la magia que tiene el lugar.
En el año 1897 entró en funcionamiento. Su construcción, que contaba con una sola torre, tardó unos 6 años. Actualmente el faro cuenta con tres torres y además en su interior podemos visitar el Museo de la Pesca Tradicional.
Tras disfrutar del lugar y caminar por sus alrededores, es momento de seguir nuestra ruta.
Faro de Punta del Gavioto (Puerto del Rosario)
Nuestra siguiente parada será Puerto del Rosario donde visitaremos el Faro de Punta Gavioto.
Se encuentra concretamente por debajo de la planta potabilizadora. Podría decir que este fue el que menos me gustó. El faro está algo deteriorado, no está bien cuidado y el lugar en el que se encuentra no ayuda.
Como curiosidad, les contaré que se terminó de construir en 1992 y su torre mide alrededor de 43 metros de altura. En este caso, si se quiere visitar su interior será necesario un permiso de la Demarcación de costas.
Faro de la Entallada (Las Playitas)
Cogemos nuestro coche y seguimos conduciendo hacia el Faro de la Entallada. Se encuentra a unos 6 kms del pueblo Las Playitas que pertenece al municipio de Tuineje. Al llegar a la zona hay que subir una cuesta para alcanzar el punto exacto donde se encuentra el faro, un lugar totalmente privilegiado.
La infraestructura es totalmente distinta a los dos anteriores. Un edificio cuya principal característica es que se está totalmente empedrado. Al encontrarse en un acantilado a 200 metros del nivel del mar, las vistas son impresionantes y el Faro de la Entallada se convierte en un lugar ideal para desconectar.
Seguimos nuestro camino, aunque si decides hacer la ruta en dos días, podrías acabar aquí y seguir conociendo el resto de faros al día siguiente.
Faro de Morro Jable (Morro Jable)
Nos dirigimos hacia Morro Jable, una localidad del municipio de Pájara. Allí encontraremos un faro que está ubicado en un parque protegido. Concretamente en medio de la playa del Matorral y al que podemos llegar caminando por una pasarela de madera. Su localización es inmejorable. El faro entró en servicio en el año 1996 y su torre es sencilla y completamente blanca.
Faro de Punta Jandía (Jandía)
Tras disfrutar de un corto paseo visitando el Faro de Morro Jable continuamos hacia el extremo sur de la isla y entramos en el paisaje volcánico del Parque Natural de Jandía para llegar al Faro de Punta Jandía.
El camino hasta llegar a este punto resulta bastante interesante, una carretera de tierra de aproximadamente 20kms, que cruza desde Morro Jable hasta el Puertito de la Cruz donde se encuentra nuestro siguiente destino.
El faro entró en funcionamiento en el año 1864. En su interior se puede disfrutar de una exposición sobre los fondos marinos de la zona y los cetáceos que frecuentan el área. Las instalaciones disponen de mesas y bancos en su exterior donde podrás relajarte y disfrutar de su entorno y su paisaje.
Punta Pesebre (Jandía)
Muy cerca de donde nos encontramos está nuestro último destino, con el que acabaremos nuestra ruta, Punta Pesebre. En este caso no se trata de un faro propiamente dicho sino de una Torre Baliza, la cual tiene menor alcance que un faro pero su función es la misma, señalizar un punto de peligro que se encuentre próximo a las aguas navegables.
Quizá sea el lugar menos llamativo pero a mi personalmente fue el que más rápido consiguió captar mi atención y me atrapó, tal vez con la ayuda de su entorno. Un paisaje desértico, sin ningún rastro de civilización y rodeado del mar. En ese momento nos acompañaba la caída del sol y en medio de ese escenario, la pequeña Torre Baliza que se resumía en una puerta en medio de la nada. Un lugar en el que la peculiaridad lo ha hecho especial.
Con esta imagen y tras un largo día conociendo los faros de Fuerteventura acabamos nuestra ruta. Un recorrido en el que hemos disfrutado de los increíbles paisajes que nos ofrece este pequeño paraíso, sin olvidar la importancia y nuestra responsabilidad de cuidar nuestro entorno para que estos lugares únicos nunca pierdan su magia.