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Una de las características que más se ha nombrado siempre de la isla de El Hierro es la de ser una de las más pequeñas de las Islas Canarias, de hecho, la más pequeña hasta hace algo más de un año, cuando La Graciosa fue finalmente reconocida como la octava isla habitada de Canarias. Pues bien, ¿me creerían si les digo que hay un modo de condensar los 274km2 de El Hierro en aproximadamente cuatro kilómetros lineales? Acompáñenme al Sendero de La Llanía, y comprobarán que no exagero.
El Sendero de La Llanía discurre por el centro de la isla y es uno de mis preferidos, también para hacer con niños. Se llega por la carretera de San Andrés hacia Frontera, si salimos desde la zona norte de la isla o desde el sur, y por la Carretera de la Cumbre si venimos desde Frontera. En la misma orilla de la carretera veremos una zona habilitada para aparcar y unas fuentes, conocidas como “Los Chorros”. No hay pérdida, y es que hay una señal que dice La LLanía con el símbolo de Aparcamiento y el de Mirador.
Justo en frente veremos el comienzo del camino, con un panel explicativo del recorrido. Aquí toca también elegir qué camino seguir, y es que hay tres trazados marcados con paneles con flechas de diferentes colores: largo (azul), mediano (naranja) y corto (verde). Yo recomiendo el mediano, de aproximadamente 4 km y medio. Para mí es sin duda el que más encanto tiene.
Adrentrarse en el Fayal-Brezal
Durante el primer tramo del camino nos adentraremos en un bosque de fayal-brezal. Si caminamos en primavera veremos los brezos en flor, y también encontraremos por todas partes “No me olvides”, esas pequeñas y preciosas flores azules. He de reconocer que en alguna ocasión he intentado plantarlas en el jardín, y si, han crecido, pero no es en absoluto igual que encontrárselas aquí. Al final, he desistido y espero con ansia verlas florecer en el monte, y no pueden imaginarse la alegría que me produce ver brotar las primeras…
Presten atención a las fayas, son enormes, y hacen que nos acompañe la sensación de que un duende, o un hada se cruce en nuestro camino.
Este es el paisaje de la mayoría de los senderos de cumbre.
Turno de Pinares
Tras el Fayal-Brezal comienza el paisaje de pinares, aunque si se van fijando en el tramo anterior también verán algunos que logran camuflarse entre el bosque a pesar de su enorme envergadura. Aquí están algunos de los pinos más grandes de pino canario que he visto. El pino canario tiene una característica que lo diferencia claramente de las otras especies de pino y es que, afortunadamente, brota rápidamente tras un incendio. De hecho, verán en la isla varias zonas donde los pinos tienen los troncos totalmente negros de antiguos incendios y que sin embargo presumen de verdes copas.
Pero el sendero no habla exclusivamente de paisajes, también habla de historia. De la historia de un pueblo que siempre ha buscado el modo del conseguir agua dulce, y que para ello, utilizaba aljibes. Llegaremos a la Fuente El Lomo. Lugar donde los pastores también llevaban a sus rebaños para que bebiesen. Siguiendo el cartel que marca hacia el Bailadero de las Brujas llegaremos a una especie de túnel, que nos permitirá cruzar la carretera general sin ningún peligro.
Pasado este túnel, entramos en el último paisaje.
Volcán
Subiremos hasta la Montaña de Fireba (o Fileba), que no es otra cosa que el cráter de un volcán, en cuyo borde donde se encuentra un mirador del mismo nombre, y desde aquí, atravesando el Bailadero de las Brujas,hasta el Mirador de La Llania. ¿Qué por qué se llama así? Cuentan que las brujas se reunían este punto y que engañaban a los hombres que pasaban por el lugar, haciendo que se desorientasen e incluso llegasen a pasar horas dando vueltas en círculo. Por supuesto no puedo asegurar si la historia es cierta o no, lo que si puedo decirles, es que si se fijan bien y miran hacia el cielo verán que hay un gran círculo donde no hay copas de árboles, y es que, cuentan, que donde las brujas bailaban, no volvían a crecer árboles.
Y ya en el Mirador de La Llanía, no sé si desearles que se lo encuentren despejado para poder disfrutar de las vistas al Valle del Golfo, o que se topen con un mar de nubes. Quizás lo más justo fuese que llegasen con un mar de nubes que poco a poco se fuese abriendo y les mostrase las espectaculares vistas que hay desde ahí arriba. Piensen que estaremos en uno de los puntos más altos de la isla, a unos 1400 metros.
El último tramo de este sendero circular vuelve a discurrir por un tramo de fayal brezal que nos llevará rápidamente hasta la carretera general, justo en frente del punto de partida.
Por supuesto no voy a decirles que visto el sendero visto El Hierro, les mentiría. Pero sí que puedo asegurarles que acabamos de atravesar un resumen de los diferentes paisajes que hay en la isla en este corto recorrido.