¿Qué hacer en abril en las Islas Canarias?

Abril es un mes perfecto para viajar a las Islas Canarias. Dependiendo del año, puede coincidir con las vacaciones de Semana Santa, una estupenda oportunidad para descubrir las llamadas islas de la ‘eterna primavera’, aunque en este caso se trata de una primavera casi sin lluvias.

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Las Islas Canarias son unos de los mejores lugares del mundo para la observación de cetáceos en libertad al ser zona de paso de 23 especies diferentes. Desde cachalotes y ballenas hasta calderones y seis clases distintas de delfines. Y justamente el mes de abril es idóneo para ver rorcuales tropicales, una especie de cetáceo, también llamado rorcual de Eden o enano, de color gris oscuro con tres aletas prominentes, un vientre de color blanco-amarillento y una aleta dorsal levantada.

Para ver estas especies en libertad solo tienes que coger las embarcaciones con el distintivo ‘barco azul’, que son las que garantizan su seguridad. Aunque bañarse con ellos o darles de comer no está permitido, verlos en su hábitat natural, tan cercanos a la costa, es una experiencia alucinante. 

 

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Abril es uno de los meses más recomendables para disfrutar de unas vacaciones en las Islas Canarias, de unos días largos y soleados y de refrescantes baños en la playa. Las aguas cristalinas del Caletón Blanco (Lanzarote), el espectacular Puertito de Lobos (a 20 minutos en barco desde Fuerteventura) o el Charco del Conde (La Gomera) son ideales para pasar el día en pareja, con amigos, en familia e, incluso, en soledad. Hay playas para todos en todas las islas.

Las piscinas naturales son también una alternativa perfecta para zambullirse en el agua del mar y ‘saborear’ la calma y el relax que se respira en las islas. Son como pequeños spa creados por la naturaleza al abrigo de las olas. Auténticos jacuzzi naturales que no te puedes perder.

 

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Cada año, a finales de abril, y siempre en sábado o domingo, la Dehesa (El Hierro) celebra la Fiesta de Los Pastores, una ceremonia centenaria, sencilla pero muy emotiva, que se remonta a 1577, año en que los pastores herreños construyeron un templo para albergar la Virgen de los Reyes, que hasta entonces había estado en la cueva del Caracol o cueva de la Virgen. 

Los pastores conmemoran la llegada de la Virgen de los Reyes, ataviados con sus ‘palos’ en una procesión cargada de simbolismo en la que van acompañados de los clásicos bailarines herreños. Una festividad en la que se bendice al ganado y que culmina con una comida para todos los asistentes.

 

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La gastronomía y la cultura del vino cada vez está cobrando más relevancia en las Islas Canarias. Un buen ejemplo de ello está en la feria Abril mes del vino, que tiene lugar en el pueblo rural de Tegueste (Tenerife) del 1 al 30 de abril. Una muestra ‘enogastronómica’ que se ha ido consolidando año tras año, y con la que se pueden conocer los productos de la tierra, saborear la cocina local haciendo la ruta del vino y la tapa, o recorrer lugares emblemáticos con sus circuitos guiados.