El archipiélago canario tiene unos 7.500 kilómetros cuadrados de superficie terrestre. Una minucia si lo comparamos con su espacio marino, que es 60 veces mayor. Por sus singulares condiciones oceanográficas y climáticas, las Islas Canarias poseen una biodiversidad marina y riqueza ecológica tan única como caprichosa. Y es que resulta curioso que sea El Hierro, la isla más pequeña, la que brille con más fuerza bajo las aguas.
Hay muchas formas de disfrutar del Atlántico estando en las Islas Canarias, pero el buceo es de las que permiten conectar de una forma más profunda con el entorno natural y descubrir todo lo que atesora. Una actividad que, gracias a las buenas temperaturas y bonanza del mar canario, puede disfrutarse en cualquier época del año sea cual sea el nivel de buceo.

El Hierro, la joya de las Islas Canarias para los buceadores
Las aguas de la isla son un paraíso protegido. Y no solo porque en ellas se aloje una importante reserva marina. La población local lleva décadas cuidando con recelo sus cálidas y transparentes aguas, capaces de alcanzar visibilidades de más de 30 metros. Su pasado volcánico le ha otorgado un relieve espectacular, aunque los cráteres, arcos, crestas y cavernas son solo la base sobre la que se ha construido un espectáculo mucho mayor. Praderas marinas y arrecifes de coral han ido pintando los fondos y haciendo que aflore la vida. Una vida que hoy está más resplandeciente que nunca tras la erupción del volcán submarino Tagoro, que en su actual fase hidrotermal está suponiendo el motor de una gran regeneración acuática.
Un océano de puntos de inmersión para elegir
El contorno de la isla está rodeado por decenas de puntos para adentrarse en el mundo subacuático. Muchas de ellas se encuentran situadas en la Reserva Marina Mar de Las Calmas, una gran bahía natural que recorre todo el litoral sudoeste y es célebre mundialmente por sus ecosistemas marinos y biodiversidad.
Al otro lado de la isla, la costa noreste también esconde zonas de buceo de lo más interesantes. Si las aguas lo permiten, es un gran lugar para flotar entre bancos de peces.
De visita por el acuario más grande del mundo
Adentrarse en las aguas de El Hierro es entrar en el hábitat de un gran número de especies marinas. Algunas viven aquí y otras simplemente hacen una escala en su larga travesía migratoria. Sin embargo, lo que tienen en común muchas de ellas es que son pelágicas, por lo que no hace falta bajar a una gran profundidad para empezar a sorprenderse.
La riqueza vegetal es fascinante, pero a menudo queda eclipsada por la pintoresca fauna marina de las Islas Canarias. Barracudas, pulpos, loras, peces luna y grandes atunes conviven con especies representativas de la zona como el tamboril espinoso, la langosta canaria y el gallo azul. También es posible ver especies protegidas como el tiburón ángel, mantas y otros animales espectaculares como tortugas, delfines, zifios e incluso algunas especies de ballenas.
Más al fondo se pueden llegar a presenciar cosas aún más espectaculares. En espacios reservados para el buceo profesional y científico habitan raros arrecifes de corales y tipos de esponjas hasta ahora desconocidos, peces transparentes con seis ojos nunca antes filmados en su hábitat, colonias de ostras gigantes cuya esperanza de vida es de varios siglos y comunidades de tiburones de profundidad, un tipo de escuálido tremendamente vulnerable.
Disfrutando del buceo en El Hierro a pleno pulmón
Otra sorpresa de la vida submarina herreña es que para sumergirse en ella no es indispensable tener licencia de submarinismo. La poca profundidad de algunas zonas permite adentrarse fácilmente en cuevas y arrecifes con la única ayuda de gafas, tubo y la orientación de un guía local, ya que para llegar a menudo es necesario barco y conocer el entorno. Decidir dónde tampoco supone un reto en este tipo de buceo. Existen zonas idóneas para el snorkel en el Hierro tanto la costa noreste como en el Mar de Las Calmas, por lo que los avistamientos de fauna marina están garantizados.
Si se busca un reto más técnico, las aguas de isla también pueden ser una magnífica puerta de entrada al mundo de la apnea o un apasionante reto en aguas volcánicas. Las diversas escuelas de buceo que pueblan la isla permiten desde obtener las acreditaciones legales necesarias hasta llevar a cabo inmersiones nocturnas de buceo libre con seguridad y respeto por el medio.
Unas aguas que revelan la pasión por la fotografía
La belleza sumergida de El Hierro es fácilmente comprobable mediante cualquier buscador online o red social. Las diversas páginas de imágenes que se muestran son testigos de que bajo sus olas hay un gran lugar para practicar la fotografía submarina. Los coloridos fondos combinan con la cálida luz del archipiélago, lo que permite capturar instantáneas únicas con un poco de suerte o habilidad. Quizá por ello hace años que la isla acoge el Open Fotosub El Hierro, un concurso fotográfico donde profesionales de disciplina de todo el mundo y amateurs compiten por capturar los mejores retratos.





