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Me resulta difícil entender cómo, cuando se planea una visita a Lanzarote, Arrecife parece desaparecer del mapa. El municipio más poblado de la isla, con cerca de 60.000 habitantes, no suele llamar la atención de los turistas. Sólo los visitantes cuyos cruceros atracan en el Puerto de Naos, Porto Nao para los isleños, parecen poner sus ojos en la capital isleña.
Pero al margen de lo injusto que nos pueda parecer este hecho, hay un rincón de la ciudad que merece ser rescatado. Hablamos de la zona del Charco de San Ginés y centro de Arrecife.
En este post te voy a proponer 10 razones por las que te enamorarás del Charco y sus inmediaciones. 10 motivos que te harán abrir el corazón y colocar esta ubicación en tu guía.
1. Un retal de Venecia en Lanzarote.
Es un entorno maravilloso, un espacio que nos recuerda a un pedacito de Venecia, en donde las góndolas se convierten en chalanas y sus gondoleros en antiguos marineros.
2. Al caer la tarde cobra vida.
Una vez se acerca la tarde y empiezan a cerrar los comercios, el Charco comienza a inundarse de gente. No importa el día de la semana, los isleños se sacuden las cargas diarias en las numerosas tascas y restaurantes que rodean la zona. Los espacios se llenan de las risas y las conversaciones de amigos y conocidos, y lo que en la mañana era un remanso de paz y tranquilidad, se convierte horas después en el lugar ideal para sociabilizar.
3. Conocer La Recova, el mercado de Lanzarote.
La Recova, o el antiguo mercado, muestra un pedacito de la historia viva de Lanzarote. Aquí se realizaba el intercambio de productos necesarios para el día a día desde el siglo XIX hasta el XX.
4. La iglesia de San Ginés Obispo y el Arte Sacro en Lanzarote.
La iglesia de San Ginés recuerda a las construcciones que podemos encontrar en la antigua capital, la Villa. Su campanario se puede ver desde todas las partes del Charco. El edificio religioso ha ido creciendo con los años y, como al buen vino, el tiempo le ha hecho bien. Se levantó en 1574 como una pequeña ermita, pero en 1798 se reconvirtió en una iglesia parroquial en honor al patrón de Arrecife, San Ginés.
Quienes disfruten del arte sacro, encontraran en ella todo un espectáculo. Sus muros blancos adornados de piedra volcánica son coronados por un techo de madera estilo mudéjar. En su interior podemos encontrar estatuas del barroco tardío y numerosas obras de arte, destacando un hermoso cuadro de Alberto Manrique que representa la fuente de la vida.
5. El mercado de la plaza de las Palmas.
Todos los sábados, esta pequeña pero coqueta plaza, a la sombra de San Ginés, alberga un mercado de alimentos de la tierra. Fruta, verdura, dulces y quesos de Lanzarote se ponen al alcance de todo el que quiera degustar los productos locales.
6. Despertar la Memoria de Lanzarote.
Actualmente, la conocida Casa Amarilla es un espacio dedicado a la divulgación del Conocimiento y la Memoria de Lanzarote a través de exposiciones temporales con un denominador común, la isla.
7. Recorrer el Puente de las Bolas.
Para muchos es el icono de la ciudad de Arrecife. El Puente de las Bolas es una de las vías destinadas a conectar el Castillo de San Gabriel con la costa. Una alfombra roja que nos alcanza hasta nuestro octavo motivo.
8. Defender la isla desde el Castillo de San Gabriel.
El Castillo de San Gabriel corona uno de los islotes de la costa de Arrecife. En el siglo XVI, Lanzarote sufría el acoso de la piratería, por lo que esta edificación suponía un lugar de refugio y defensa para sus habitantes frente a los corsarios que provenían del norte de África. Si te acercas a la fortaleza notarás la fuerza y el aplomo que aún transmiten sus muros. Sería increíble escuchar los testimonios de este valiente.
9. Disfrutar de la música en el parque José Ramírez Cerdá.
Una réplica fidedigna del antiguo quiosco que en los años 50 se podía ver en el mismo parque. La reproducción de este espacio, donde a menudo se puede disfrutar de conciertos de música clásica o folclórica en directo, ha devuelto a la vida al parque José Ramírez Cerdá.
10. La Calle Real.
El destino perfecto para hacer tus compras y coronar tu viaje. La encontrarás en los mapas por el nombre de calle León y Castillo, pero popularmente y desde tiempos inmemoriales se la conoce como la Calle Real. Se sostiene que su nombre se debe a que por esta calle se recibió a la realeza, pero aun indagando es difícil encontrar registro de dicha visita.
Y si estos diez motivos no son suficientes para que quieras acercarte a Arrecife, te damos uno más: salirte de lo convencional. ¡Vive la isla como lo haría un isleño!