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Famara es uno de esos espacios donde el tiempo se detiene para dejarnos disfrutar del momento. Donde somos conscientes de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Y lo que nos rodea no es otra cosa que la más apabullante naturaleza.
Si alguna vez tienes la suerte de pasear por Famara hay ciertas cosas en las que me gustaría que pusieras atención. Detalles que quizás en una primera visita pueden pasar inadvertidos, pero que harán de tu viaje un episodio único e irrepetible.
El Risco de Famara custodia su playa
La primera referencia que voy a darte es sobre el impresionante risco bajo el que se alojan sus calas. El Risco de Famara, ese imponente macizo que se eleva sobre tu cabeza, acoge el punto más alto de Lanzarote. Ese punto, con una altura de 671 metros, es conocido como las Peñas del Chache.
Te recomiendo que al bajar la marea te fijes en el reflejo que proyecta el risco en la orilla de la playa. Es un buen momento para sentarnos y disfrutar de la vista.
El Archipiélago Chinijo, frente a la costa de Lanzarote
En los días claros puede apreciarse la pequeña isla de La Graciosa al otro lado del océano. Ambos puntos se separan por algo más de un kilómetro, y en septiembre esta distancia es recorrida a nado por centenares de bañistas que participan en una competición para cruzar El Río, nombre por el que se conoce a este tramo debido a sus fuertes corrientes.
Si estás en Lanzarote en esta época y te apetece vivir este espectáculo pero no te animas a meterte en el agua, te recomiendo que sigas la prueba desde el mirador de Yé o desde el del Río. La vista de pájaro te dará una perspectiva muy interesante de este particular evento.
Un pequeño detalle a tener en cuenta es que gracias a las constantes temperaturas de Lanzarote, el mes de septiembre es ideal para visitar la isla más oriental del archipiélago.
Los vientos alisios
La presencia constante de los vientos alisios azotando sus playas la han convertido en un lugar privilegiado para la práctica de todo tipo de deportes acuáticos, en especial del surf y el kitesurf. Justamente en 2009 se celebraba en su playa el primer campeonato español de kitesurfing o skKiteboarding.
Pero no sólo los deportistas de élite están autorizados a disfrutar de las movidas agua de Famara. Muchas escuelas de surf han abierto sus puertas en este punto de Lanzarote. Ofrecen campamentos y clases personalizadas para todo aquel que quiera dar sus primeros pasos en este mundo. Pero también otras modalidades de deportes que nos permiten disfrutar del mar sobre una tabla, como el paddle surf y el SUP yoga (yoga sobre una tabla de surf), entre otros. Famara invita a un estilo de vida saludable y de equilibrio con el entorno.
Sin embargo, no hay que olvidar que cuando se trata de las aguas de Famara debes seguir al pie de la letra las precauciones indicadas por los monitores. Durante la mayor parte del año ondea la bandera roja, pero todo irá bien si no te alejas de la orilla y sigues las indicaciones de estos profesionales.
El pueblo y los bungalows
Aunque afortunadamente Famara es una zona muy poco urbanizada, presenta a ambos lados de la playa dos núcleos de viviendas. Por un lado “El Pueblo”, donde muchas calles aún siguen siendo de arena y las casas cumplen con los cánones de las edificaciones típicamente “conejeras”. Entre sus casas destacan las numerosas tiendas y academias dedicadas al mundo del surf, lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta que un alto porcentaje de su población se dedica o tiene como hobby alguna actividad relacionada con este deporte.
Por el otro, los bungalows. Las casas de este lado de Famara se desmarcan del resto gracias a su forma de media luna, imitando así los surcos cavados en el espectacular paisaje La Geria destinados salvaguardar las vides del viento. En este caso, la mayoría de las estancias son de alquiler y se gestionan a través de diferentes agencias.
La gastronomía de Famara
En cuanto a las posibilidades de disfrutar aquí de la cocina de Lanzarote, te recomiendo los restaurantes del pueblo. Entre los platos más demandados se encuentra la morena frita, las gambas de la Santa o cualquier variedad de pescado fresco de la zona. Una buena elección es la “vieja”, un delicioso pescado que es de los más apreciados en Lanzarote y en el resto de las Islas Canarias. Se trata de una variedad de pez loro que destaca por dos singulares características: su colorido, al ser rojo, gris y amarillo en el caso de las hembras, y únicamente gris en el de los machos; y su boca, que recuerda en parte al pico de un loro.
Famara, una elección interesante
En conjunto Famara ofrece una propuesta alternativa a otras zonas más turísticas de la isla, pues se acerca más a un estilo de viaje experiencial. Pero si por algo merece ser recordada es porque es el lugar donde habita el viento.