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Nunca te cansarás de viajar a Canarias. Todas las islas atesoran paisajes muy diferentes y cada una goza de una personalidad propia. Fuerteventura es geológicamente la más antigua, la más alargada y la más cercana al continente africano. Y aunque para visitarla existen más de 5 razones, las que expongo a continuación son las que, en mi opinión, la convierten en un destino irresistible.
Kilométricas playas
El principal atractivo de Fuerteventura, sin lugar a dudas, son sus playas paradisíacas de aguas color turquesa que nada tienen que envidiar a las de otras latitudes del mundo. Muchas de ellas son interminables y solitarias. En algunas nuestra vista no alcanza a distinguir donde comienzan y finalizan, y los más de 150 kilómetros de arenales que posee la isla te permiten disfrutarlas sin tener que madrugar para colocar tu toalla.
La sorprendente playa virgen de Cofete, las extensas Grandes Playas de Corralejo, la de La Concha y sus bellos lagos en el Cotillo, las playas de postal de Sotavento, la del Matorral vigilada por el faro de Morrojable ... son solo algunos ejemplos de los arenales que cada año aparecen en los listados de las mejores playas de España y de Europa. Perfectas para relajarse y conectar con la naturaleza de esta isla declarada en su totalidad Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
La Villa de Betancuria
Pero Fuerteventura es mucho más que kilómetros y kilómetros de playas. En el interior de la isla majorera, se esconden pequeños pueblos con mucho encanto. El más histórico de todos es la Villa de Betancuria, fundada en 1404 por el caballero francés Jean de Bethencourt, quien conquistó la isla y dio nombre a la primera capital de Fuerteventura.
Una visita a Betancuria es un bello viaje al pasado. Su entorno natural, repleto de palmeras canarias, se encuentra en perfecta armonía con las tranquilas calles adoquinadas, con los colores de las casas de arquitectura tradicional canaria y con la silueta de la iglesia de Santa María de Betancuria.
Dos buenos miradores para observar su estratégica posición, oculta en un valle fértil y alejada de la costa y de los ataques de los piratas, son: el de Morro Velosa, diseñado por César Manrique, y el de Guise y Ayoze, con las grandes estatuas de los dos reyes majos. Otro monumento a destacar es la Ermita de la Nuestra Señora de la Peña, patrona de Fuerteventura, en el barrio de la Vega del Río Palmas.
Parque Natural Dunas de Corralejo
13 son los espacios naturales protegidos que preserva Fuerteventura, entre ellos tres parques naturales y un parque rural. Uno de los más impresionantes se encuentra en el norte: el Parque Natural Dunas de Corralejo, el mayor complejo dunar de Canarias.
Ocho kilómetros de largo y tres de ancho en los que el caprichoso viento esculpe y transforma sin descanso montañas de arena blanca y fina que forman un paisaje desértico, extraordinario y muy fotogénico. Al verlas es inevitable experimentar una gran sensación de libertad.
Queso majorero
Otra de las grandes razones para viajar a Fuerteventura es probar su mundialmente conocido queso majorero. Sus orígenes se remontan a la época de los majos, los primeros habitantes de la isla de origen bereber que trajeron de África sus conocimientos para elaborar quesos y que, según cuentan las crónicas de la Conquista, eran de gran calidad. En 1999, se convirtió en el primer queso de Canarias y el primero de leche de cabra de España en ser reconocido con el sello de Denominación de Origen Protegido. Y en 2018 uno de sus quesos ganó el prestigioso Cheese Award en la categoría a mejor queso de cabra del mundo, aunque debes saber que con o sin premios todos los quesos majoreros son exquisitos.
Gran parte del mérito del delicioso sabor del queso es de los cabreros y de las manos de las queseras pero también de la cabra majorera. Su resistencia al árido clima de la isla, su adaptabilidad a comer de todo, la calidad de su leche (densa y aromática), su alta productividad (2,8 litros de media al día) y la salud de hierro, la convierten en una de las cabras más prestigiosas del mundo.
En el interactivo y moderno Museo del queso majorero podrás conocer todos los entresijos de cómo se elabora este manjar, los secretos de las cabras y catar y comprobar las diferencias entre el fresco, semicurado y curado, en las visitas guiadas que realizan todos los martes y jueves.
Deportes acuáticos
Y por último si te gustan los deportes acuáticos o te gustaría iniciarte en ellos, definitivamente tienes que visitar Fuerteventura. Las olas, el viento y el buen tiempo te permiten practicarlos en cualquier época del año.
Por toda la isla hay escuelas de surf que te pueden ayudar a aprender a dominar las olas o a perfeccionar tu técnica. En pueblos como Lajares se respira un ambiente muy surfero. Y si no te quieres mojar puedes disfrutar desde la arena con las virguerías de los grandes surferos en el campeonato de windsurf y kitesurf que se celebra todos los veranos desde 1985 en una de las playas de Sotavento, la de Barca.
Playas kilométricas, pueblos con historia, grandes dunas, un irresistible queso, deportes acuáticos... y muchas otras cosas más te esperan en Fuerteventura. ¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste de una gran aventura?